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Disclaimer

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Los Personajes de esta historia no me pertenecen. Son propiedad de Stephenie Meyer, autora y creadora de la Saga Crepúsculo.

La trama y el desarrollo de los personajes son mi propiedad.

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9 de diciembre de 2011

Capítulo 38 - Ya no estoy sola





Capítulo 38 –  Ya no estoy sola
BPOV



Me deslice por la puerta lánguida, sin fuerzas, ¿Cómo puede ser tan egoísta? ¡¿C0mo pude estar tan ciega?! El aire ardía en mis pulmones, me costaba respirar, abrace mis rodillas y trate de controlarme, pero aún podía sentirlo, sentir que estaba ahí detrás de la puerta… no podía seguir en este lugar, no con él a pocos pasos y yo con la herida a carne viva, lentamente me levante ¿Cuánto demorara Alice en llegar?


-¡Bella! – Mire a Sara que estaba consternada al inicio del pasillo y corrió a abrazarme – Esta el Sr. Edward parado ahí afuera – me apoye en su hombro soltando hipidos


-Ya hable con él y fue un error… no lo dejes entrar por favor – me acompaño a mi dormitorio y lo único que quería era meterme en la cama, dormir y olvidarme.


-Tranquila Bella, ¿Quieres algo? – negué y me tape con la colcha hasta la cabeza, apretándome los oídos para no escuchar las palabras de Leah y de Edward, que martillaban mi cabeza o los consejos de Rosalie que nunca quise escuchar…  


Al menos tú te sacaste la venda de los ojos antes que fuera demasiado tarde, porque o terminabas desquiciada como Leah o trastornada como Charlotte – me dijo Rosalie unos días después de que todo terminara, quizás como palabras de consuelo, pero no anestesio nada, porque aunque las mentiras y sus manipulaciones eran tremendas, al punto de jugar con la vida de su hijo, yo lo amo, y este amor ciego, duele demasiado.


Finalmente me adormecí, no era un sueño profundo, era una especie de neblina que estos días me acompañaba, estaba agotada todo el tiempo, y lo poco que lograba comer, me producía nauseas constantes por este ciclo, estaba deprimida, lo sabía, necesitaba una catarsis, quizás gritar hasta que quede ronca, cortarme el pelo, teñirlo o tomar un avión y perderme en el Tibet, pero todo eso requería un esfuerzo, casi sobrehumano para mí.
 Sentí que tironeaban la colcha y la luz del dormitorio me cegó por unos momentos, hasta que me enfoque y vi los azules ojos de Jasper, enmarcados con su pelo color miel.


-Bella… - su voz era recriminatoria – has estado llorando otra vez – no me pregunto, solo acaricio suavemente mis mejillas e indudablemente sentí el desasosiego y las lágrimas se aglomeraron en mis ojos.


-Jazz, no puedo por más que trato, no puedo dejar de llorar.


-Lo sé preciosa – me senté en la cama y el acomodo las almohadas en mi espalda – no me gusta verte triste, pero es mejor que saques todo. ¿Has comido algo? – mire la hora en reloj del velador ya eran las nueve.


-No, pero no creo que pueda comer – tomo mis manos y me jaló para que saliera de la cama – Jazz no me obligues por favor.


-Vienes conmigo, no me gusta comer solo. Alice paso a ver a Esme, así que llegara un poco más tarde.


Me llevo hasta el comedor, donde Sara tenía dispuesto todo. Ella me sonrió como disculpándose, no entendí su mirada.


-Supe que Edward estuvo acá – Jasper extendió la servilleta sobre su regazo. Ahí estaba Sara le había contado lo de esta tarde.


-Sí – tome la cuchara revolviendo la sopa – vino a… - pensé en sus palabras, pidiendo oportunidades, reconociendo sus debilidades… por Noah... – Creo que a disculparse – el nudo de mi estómago se hizo más pesado.


-¿Lo perdonaste? – Levante la vista de mi sopa y los ojos de Jasper destellaban expectantes.


-No – suspire y volví a mirar mi plato intacto – es un perfecto manipulador. 
Tuvo la desfachatez de pedirme que lo intentáramos por Noah – de pronto la tristeza se volvió ira, una ira abrazadora creciendo desde mi pecho.


-No lo puedo creer – apreté los puños sobre la mesa, tratando de controlar mis emociones burbujeantes – Verdaderamente Edward está disperso y  desesperado.


-¡Pues créelo! El vino para acá cuando supo que con Alice habíamos ido a buscar mis cosas de su departamento. Lo único lamentable de todo es que no puedo arrebatarle a Noah…


-¿Qué dices Bella? Edward ama a su hijo, quizás en todo lo otro de su vida sea retorcido, pero su amor por Noah es sincero.


-Si lo ama, y tal como dijo tú hermana una vez, el buscaba una madre para su hijo y hoy entre todas las cosas que me dijo, eso me quedo claro – mire mi mano derecha, donde había estado el anillo de su abuela – Lo lamento por Noah – suspire - lo amo mucho y… - sentí temblar mi mentón por que hace una semana estaba dispuesta a ser su madre… – él no tiene la culpa de nada – la burbuja de la ira reventó dejando paso a la tristeza nuevamente - para él es aún más complejo porque yo puedo terminar esta relación, olvidarme de todo este amor enfermizo, pero para Noah, Edward siempre será su padre.


-¡Basta de dramas Bella! – me sobre salte al escuchar el grito de Jasper - ¡no has comido nada! ¡Toda la semana has estado lamentándote!– mire su plato que estaba vacío, sin poder mirarlo a la cara


-Jasper…


-¡Vas a comer! Ya llevas una semana que casi no comes y no quiero esto Isabella, eres una mujer fuerte, jamás te rindes, y mientras yo esté ahí, no voy a permitir que te hundas.


-¡Ni yo lo permitiré! – Ambos nos volvimos a la voz de Alice que estaba apoyada en el umbral – estas hecha una pena amiga, tú no eres así, tú eres luchadora – baje la mirada avergonzada.


-Es que antes, jamás me había entregado de esta manera… - exteriorice mis mayores dolores – me entregue sin temores, sin barreras, sin tapujos a él y no fue reciproco – Alice se sentó a mi lado y tomo mi mano – lo peor amiga es la sensación, de que si esa víbora no hubiera aparecido iba a vivir en una madeja de mentiras… es tan injusto todo esto.


-Bella, ¿no te lo han dicho? La vida no es justa – mire a Jasper tratando de encontrar la fuerza, porque la vida era realmente injusta, me dio la posibilidad de ver el paraíso, abrió las puertas me dejo saborear el momento con anticipación, pero al dar el paso, me arrebato la posibilidad.


Me sentí de nueve años otra vez, cuando Jasper y Alice me obligaron a tomar la sopa, y me arrastraron para ver una película, era una de suspenso intelectual de las que disfrutaba sólo Jasper, recargue mi cabeza en las piernas de Alice, que me acariciaba el pelo, no vi mucho de la película porque el cansancio me venció.


La luz gris del cielo se abrió camino por mi ventana, la vi ascender lentamente, hasta alcanzar el techo de mi habitación. No recuerdo como llegue a mi cama, quizás Jasper cumpliendo a cabalidad su rol  paternalista, me cargo y arropo, cuan agradecida estoy de ellos, cuando tienes tan poco en la vida, lo bueno siempre debes agradecerlo. 




Hoy estaba más lucida, el dolor estaba ahí, dolía respirar, pero el haber hablado con mis amigos ayer me hizo entrar en razón. Quizás este amor me duela toda la vida, quizás me deje tan dañada que nunca podre tener la oportunidad de entregarme nuevamente, o siendo optimista pase y no deje más huellas que el sabor amargo de la mentira… eso ultimo lo dudaba.


Entre en el baño y comencé a llenar la tina de agua caliente, mi pelo era un almiar que necesitaba mucho acondicionador para poder domarlo. Me desnude sin prestar mayor atención, no quería recorrer mi cuerpo y sentir que nunca más existirá la inhibición de la lujuria romántica que disfrutaba hace unos días.


El agua tibia me envolvió con brazos cariñosos, hundí mi lánguido cuerpo en la calidez, bajo el agua abrí los ojos aguantando la respiración, las pequeñas burbujas que escapaban de mi nariz, reventaban en el aire. - ¡Me estoy secando! – recordé la escena del Gran Pez, donde el protagonista, irónicamente Edward, pero Edward Bloom, llenaba la tina y se metía con ropa y todo, tal como yo lo estaba haciendo ahora… rompí el agua con una gran bocanada de aire. Tome la botella de champú y comencé a lavarme el pelo, lentamente, disfrutando del masaje y el olor tan familiar.


Hace menos de un año tantas cosas habían cambiado… En ese tiempo era una virgen y controlada mujer, con una mochila de responsabilidades impuestas, pero también cargada de la necesidad de decidir el curso de mi vida, así llego Benjamín… y con él, las barreras se mantuvieron erguidas e invencibles, me controlaba de tal manera, que nunca estuve completamente libre. Benjamín se entregó tal como yo lo había hecho con Edward… ¿Karma?  Tome la ducha y accione el agua para enjuagar mi largo cabello.


A Benjamín, le puse una y mil trabas, quizás lo único sincero y de corazón que compartí con él es mi virginidad. Con él decidí ser mujer, dar un paso que me hubiera destruido si en mi vida hubiera existido sólo Edward Cullen… Termine de bañarme aun pensando estúpidamente en Benjamín v/s Edward… y los errores que cometí, la forma incondicional que Edward invadió mi vida y sobre todo que yo se lo permití.


Estacione en el aparcadero de la universidad, iba con más de media hora de adelanto así que camine lentamente disfrutando de la manera que las hojas caían arremolinadas por la alameda. Estaba ahí probándome a mí misma que tenía una vida más allá de lo que había construido con él. Un tipo paso por mi lado entrando sin vacilar por la puerta del aula… - Tú puedes hacerlo – abrí la puerta y mire el interior del auditorio, me encamine en la primera fila y tome asiento, ya no sería la catedrática, hoy comenzaba nuevamente a ser parte de la masa de educandos que se encaminaban a un futuro doctorado.


Lo bueno de comenzar a estudiar nuevamente, es lo ocupada que esta mi mente, mientras tomaba apuntes la neblina se disipaba y comenzaba a sentir la pasión por las letras que siempre ha vivido dentro de mí. Había arreglado mi horario tomando varios ramos por las mañanas y dos días hasta las seis de la tarde, limitando mi tiempo libre, así no podía pensar en otras cosas.
Sólo tres días y ya estaba trabajando en un informe para el próximo martes.


-¿Bella? – me gire hacia la puerta donde Esme asomo la cabeza


-¡Esme! –  baje la tapa de mi laptop y me puse de pie justo cuando ella entro en mi habitación – Que alegría verte – la abrace y ella respondió mi gesto de la misma forma.


-Mi niña – acaricio mi pelo - ¿Cómo estás?  - me levante de hombros, no podía mentir


– Ya no me hundo...– se sentó en la orilla de mi cama sin mirarme.


-Quiero pedirte perdón – susurro.


-¿Tú? – me senté en la silla del escritorio mirándola sin entender.


-Es mi hijo… - levante la mano interrumpiéndola.


-No Esme, no es tu culpa… Es él, el responsable de sus propios actos. Así como yo también soy responsable de mis decisiones. No es un niño que necesita que su madre responda por él.


-Hija, ¿Has pensado hablar con él? – cerré los ojos, buscando fuerzas.


-Sé que en algún momento tendrá que pasar – me puse de pie, recordando sus palabras el día que vino para acá.


-Edward también está sufriendo – mi corazón palpito errático al escuchar a Esme – aunque es muy testarudo para reconocer cuán importante eres en su vida.


-No lo sé Esme… son tantas cosas, ¿Cómo saber cuál es verdad y cual es mentira?


-Esa respuesta solo la tendrás en tú corazón – nos miramos en silencio por unos minutos, hasta que la puerta se abrió y entro Alice con Nick recargado de su cadera.


-¿Por qué demoran tanto? El café está servido en la sala.




Tome a Nick de la cadera de Alice y sin mirarlas salí del dormitorio, las palabras de Esme me dolían sobremanera, porque me pasaba horas de la noche analizando palabra por palabra dicha por Edward, tratando de adivinar las verídicas y las falsas.


Pasamos la tarde, conversando de distintos temas, como la crítica de Alice a los nuevos diseños de Marc Jacobs y lo horrible de la nueva temporada de Proyect Runway. Cada tanto Esme y Alice se miraban cómplices, pero no le di importancia, desde que todo estalló siempre habían miradas de soslayo, cuando estaba cerca.


-Esto… - Alice dudo por un momento, me acomode en el sillón – queríamos hablar contigo.


-Alice, has estado hablando toda la tarde ¿Por qué me pides permiso ahora?


-Es un tema delicado – miro a Esme y ella asintió – es por la boda. – Trague pesadamente, tratando de controlar la ola de tristeza.


-No hay boda Alice…  - me concentre en mis manos


-Bella, ayer hable con Edward y él no quiere posponer nada hasta que tú decidas – Exclamó Esme


-¡¿Qué?! – Las mire consternada - ¡¿Qué pretende?! – me puse de pie y comencé a pasearme, por un momento ninguna dijo nada, estaban esperando a que absorba todo esto. ¿Por qué no hacer esto más simple?  - Bueno ustedes saben que no hay boda – no pude evitarlo y las lágrimas que trate de controlar se desbordaron por mis mejillas.


-Bella, tienes que cerrar el ciclo – Esme se puso de pie y me abrazo consolándome – Deben hablar, escucharse mutuamente. Si deciden terminar la relación, deben hacerlo como adultos.


Las horas se hicieron eternas, no podía dormir me daba vueltas y vueltas en la cama… ¿Cómo podré pararme frente a él sin desmoronarme? ¿Cómo terminar todo esto cuando a pesar de la traición de sus mentiras aún lo amo?


Sonó el despertador y me deslice al baño, había dormido unas pocas horas, pero necesitaba distraerme, o sino colapsaría nuevamente, y no quería volver a perderme en la tristeza.


Estaba en la biblioteca de la universidad, recopilando información de Antropología Filosófica, cuando el sonido de mi IPhone me indico que me había llegado un email, mire el remitente y dude en abrir el mensaje, pero ya que de alguna manera debía contactarme con él…


Isabella,
Necesitamos hablar, sé que me has pedido tiempo y espacio, pero no podemos seguir así. Ambos necesitamos tomar el control de nuestra situación, necesito saber que pasara con nuestro futuro, como nos plantearemos de acá en adelante. Veámonos en el café Paris mañana a las tres de la tarde, sin presiones.


E.C




Sonreí, no era un gesto de esperanzas pero sí un indicador de su forma de ver la vida, ¿Control? ¿Sin presiones?...


Si algo que he aprendido en la vida es que cuando debes hacer algo, nunca debes postergarlo. Así que le respondí tan escuetamente como quería que fuera ese encuentro, al final el único propósito será una ruptura limpia. Ya para mañana él tendría su control y yo… podría recoger los pedazos de mi corazón.


En la tarde cuando llegue a casa para la cena, Rosalie estaba en la sala junto a Alice, al parecer esperándome para la cena, si bien con Rosalie las relaciones rallan en lo normal, su regocijo en que mi relación terminara abruptamente me molestaba, pero no era mi casa. No preste mucha atención a lo que conversaban, me sentía intranquila por el encuentro que tendría mañana, sería algo definitivo de eso estaba segura. ¿Pero si vuelvo a caer en sus redes?


-Mañana terminara todo… - dije cuando comenzábamos a comer, ambas me miraron sin entender – Mañana me reuniré con Edward.


-Haces lo correcto Bella,  con esto Edward aprenderá, que no puede andar por la vida jugando con la gente como si fueran títeres – puntualizo Rosalie.


-¿Te sientes segura para hacerlo? – Alice más comprensiva me pregunto.
-No, pero no puedo posponerlo… - Me lleve a la boca un poco de lechuga.


-Supieron que Noah estuvo afiebrado hace unos días y que estuvo toda la noche en la clínica – mire a Rosalie esperando que continuara – según lo que 
Edward le dijo a Esme, fue solo un cuadro febril – no pude evitar preocuparme.


-¿Esme estuvo con él? – preguntó Alice


-No, él no aviso a nadie. A Esme le preocupa que se aísle como lo hizo después de lo de Charlotte. – Me obligue a prestarle atención a mi ensalada, todo lo que tenía que ver con Edward dolía demasiado y Rosalie no tenía el tacto necesario para cerrar su boca, era su naturaleza – el problema es que ahora no es sólo él, Noah necesita de la familia. Antes a él no le importó nada, porque nunca supo del embarazo de Charlotte – Levante la cabeza asustada.


-¿Qué embarazo? – mire alternadamente a Alice y Rose


-¡Eso es mentira! – Grito Alice, furiosa a Rosalie haciendo caso omiso a mi pregunta - Charlotte nunca estuvo embarazada de Edward.


-Mira, el prontuario de mentiroso lo tiene Edward, así que si Charlotte me dijo que él era el padre de su bebé, le creo a ella… - Rosalie se levantó tirando su servilleta sobre la mesa.


-¡Alto! – Grite consternada – Rosalie, ¿Qué paso con el bebé? – le pregunte recordando que me había dicho que la tal Charlotte está internada.


-Murió, Charlotte tuvo una perdida a los seis meses – ahogue un grito desgarrador, mire a Alice que fulminaba a Rosalie.


-No era su hijo… - puntualizo, mirándome a mi ahora – Edward jamás abandonaría un hijo suyo.


-Charlotte, nunca le dijo de su embarazo, ella siempre tuvo miedo de que Edward se lo quitara – me levante como pude y las deje ahí, no podía… no era capaz de tanto.






Dolor.


Cada nuevo escenario que pasaba por mi mente, recuerdos tan hermosos, risas, sueños, sus promesas, dolían tanto y tan profundo. Suspire porque ya no quedaba nada, hoy a las tres de la tarde, el capítulo de Edward Cullen lo cerraría para siempre.


Prepare mi ropa y me adentre al baño, me acorde que el champú se había acabado por lo que comencé a trajinar el gabinete del vanitorio,  al fondo estaba el frasco y al sacarlo pase a llevar una bolsa que se desparramo en el suelo, al recogerlo sonreí, eran los test de embarazos de Alice, tome la caja rectangular más próxima quedando congelada.


Me puse de pie de golpe, mareándome… me afirme en la encimera percatándome de mi pálido reflejo.


-No puede ser – susurre sin dejar de mirarme, como si fuera una simple espectadora. Analice y calcule  mentalmente que unos días antes que me propusiera matrimonio había tenido mi periodo - ¡No! – un arremetido de nauseas me sacudió, me gire hacia el váter. Con sollozos y temblando, tome otra de las cajas desparramadas y la abrí.


Los tres minutos me los pase en blanco, llena de sopor, con la cabeza apoyada en mis rodillas y a mis pies el test, paulatinamente mire como la orina fue adsorbida y las líneas cruzadas aparecían ante mis ojos. Tome las otras cajas y comencé a hacerme los doce test que quedaban para poder convencerme.


Positivo


Positivo


Positivo


Positivo


Positivo


Positivo


Positivo


Positivo


Positivo


Positivo


Positivo


Positivo


Positivo


Positivo

Agarre todos los test, sus empaques y sin bañarme me adentre en el closet, saque la maleta del fondo del closet, metí la bolsa dentro y algo de ropa, me volví a mi tocador cuando repare en el joyero… lo abrí de un tirón y ahí estaba el anillo ¿Qué promesas habrán ahora que vida crece en mí? La única certeza que tenía en mi cabeza, es que mi hijo no sería un arma para él.


Un hijo… mi hijo


Me senté en la cama, recién canalizando que en mi crecía vida, instintivamente lleve mis manos a mi vientre plano, me relaje sintiendo una oleada de amor en mi pecho, sintiendo el equilibrio en la balanza de la vida. 


Un hijo…


Mire la habitación y la maleta que descansaba a mi lado en la cama, me puse de pie, guardando lentamente ahora las cosas básicas que necesitaba. No estaba huyendo, no era eso… estoy protegiendo a mi bebé, aunque eso signifique alejarlo de la familia Cullen, de los Cullen que si me amaban, pero no podía darle armas a Edward… no mi hijo.


Cerré la maleta, me enfunde en un jeans y me puse una sudadera, nada de glamour hoy, solo comodidad me mire al espejo acomodándome la coleta.


Tome una libreta, dudando al sentir la tristeza, pero ahora tenía un propósito para dejar todo atrás y volver a sonreír. Cuando llegue el momento y la herida, sea solo una cicatriz en mi pecho, podre pedir disculpas por esta decisión.


Tome la carta, poniéndola en un sobre, colocando dentro el anillo que Edward me había dado, lo deje sobre la cómoda la para que lo viera tan pronto entrara en mi habitación.


Salí sigilosa al pasillo, sabía que Alice no estaba en la mañana pero Sara andaba revoloteando por todos lados. Arrastre la maleta lo más silenciosa que pude, rodee el jardín para llegar al estacionamiento así evitar la cocina. 


Cuando llegue a mi auto arranque lo más rápido que pude, tratando de aguantar la nostalgia.






Toque el timbre, a los pocos minutos un pequeñito de ojitos negros me abrió la puerta.


-¿Quién es Collin? – la voz profunda y masculina venía desde dentro de la casa. El pequeño me miro aun sonriendo y puso un dedito sobre su labio.


-¿Quién eres? – me agache a su altura.


-Soy Bella, tú mami me dijo que viniera – Él se volvió y grito.


-¡Es Bella! – me incorpore al sentir los pasos pesados acercarse a la puerta.


-Hola – un moreno alto y desgarbado me tendió la mano – Soy Sam, el esposo de Emily.


-Hola – tome con gusto su mano – Emily me dijo que podía venir.


-Pasa, fue al supermercado con Maggie deben estar por llegar – Sam tomo mi maleta y Collin mi mano, para adentrarnos en la casa. No era una inmensa casa, era una casa normal, con todo el calor de hogar, la sala estaba decorada de manera rustica, con sillones con gordos cojines, algunas cobijas de distintos tipos de lana y muchas plantas. – Toma asiento Bella – mire a Sam, él sonreía al ver que Collin no soltaba mi mano


-Gracias – me senté y vi en la mesa de centro varias hojas con dibujos y crayones desparramados.


-Hijo, deja que Bella descanse – Sam apunto la mano que Collin me sostenía, el pequeño lo miro serio y enarco una ceja. Era exquisito.


-Bella, tiene los ojos tristes – Collin apunto mis ojos y yo me quede quieta sin saber reaccionar a su actuar y la forma en que el me entregaba consuelo.


-Es así – Sam se sentó en el sillón de enfrente – Es nuestro pequeño Romeo – finalmente sonreí.








Tome la maleta y la deje a un costado de la cama, en la pequeña habitación de visitas de Emily, había estado un mes ahí resguardándome del mundo, analizando todas las posibilidades y tomando decisiones. Extrañaba montones a todos… incluso a Edward, pero eso era lo que mantenía firme en mi decisión de alejarme por completo, porque sabía en el fondo de mi corazón que terminaría cediendo y debía proteger lo más importante.


Tome mi bolso, y revise nuevamente los documentos, pero en realidad lo que quería era ver nuevamente el ultrasonido de mi bebé, tan pequeñito lleno de vida…


-¿Le pudo hacer una pregunta Dra. Tanner? – ella sonrió tomando un disco sobre el escritorio.


-Claro Isabella, tienes que aclarar todas las dudas que tengas.


-Yo tomaba la píldora, sagradamente todas las mañanas, no recuerdo haber saltado ninguna. ¿Cómo pude quedar embarazada?


-No suele ocurrir, pero siempre hay que tener en  cuenta que todos los métodos anticonceptivos tienen un rango de falla, es mínimo. Tú estás en ese 0,1% ¿No usaste otros métodos, como preservativo?


-No – me sonroje, jamás con Edward me cuestione que no usara condón o que él me preguntara si tomaba anticonceptivos – la verdad es que no.


-Bueno, suele ocurrir, también hay que ver el factor del padre, hay una serie de características de parte del hombre que también influyen en un embarazo aun con métodos anticonceptivos – asentí, recordando lo rápido que Leah se embarazo de Edward…  aleje mis pensamientos de los terrenos dolorosos.


-¿Cuántas semanas tengo? – ella examino el disco por un momento.


-Tienes 8 semanas más 2 días – me toque mi panza, enternecida – ahora vamos a realizar un ultra sonido, pasa al baño y te pones una bata.
Nerviosa obedecí, me desnude y prepare para afrontar todo esto, tan maravilloso. Salí del baño y Bree me esperaba al costado del ecógrafo, me senté y acomode con el corazón bombeando expectante.


Bree esparció el gel conductor en mi vientre, comenzó a trazar pequeñas líneas con el mando, cuando mi vida cambio por completo, mi perfecto hijo, mi hermoso bebé creciendo dentro de mí.








Cepille el cabello de Maggie para terminar de hacer la trenza de princesa que le había prometido, sus grandes ojos negros me observaban entrelazar las hebras de su pelo.


-¿Mi mami dijo que te ibas donde la tía Rebecca?


-Así es, me invito a su casa – tome el elástico y lo enrolle hasta dejar la mariposa que lo adornaba en su sitio.


-Pero Bellita podías quedarte con nosotros, yo te ayudaría a cuidar a tu bebé – se levantó y me abrazo depositando su cabeza en mi vientre pequeñamente abultado.


- Maggie, tú papá te está esperando en el auto – ambas nos volvimos a la puerta, Emily estaba ahí sonriente como siempre - ¡Vamos pequeña que ya están retrasados para el cumpleaños! –  Maggie corrió hacia la puerta desapareciendo por el pasillo.


-Son hermosos tus hijos, tan inteligentes – me senté en la cama de princesas de Maggie y comencé a doblar la ropa que había sacado del closet.


-Nadie cree que Collin tiene 6 y Maggie 9, tienen reacciones tan adultas a veces que me asustan – tome su mano para que se sentara junto a mí.


-Son adorables, no debes asustarte.


-Hoy volvió a llamar – apreté la camiseta entre mis manos, evitando su mirada – Está desesperado Bella… él dice que no descansara hasta encontrarte que si se algo de ti le avise inmediatamente. ¿Crees que estás haciendo lo correcto?


-Ya lo decidí Emily, mañana tomo el vuelo a España y cuando este instalada me llevare a Sue conmigo, – metí la pequeña ropa en los cajones  - de nuevo quiero agradecerte que me ayudaras a encontrar un  lugar mientras me instalo definitivamente.


-No tienes que agradecer nada Bella, mi tía Rebecca está entusiasmada, siempre está muy sola desde que enviudo y mi primo Phill vive en Francia y viaja cada cierto tiempo a verla. – Se puso de píe y me tomo la mano – sólo quiero estar segura que lo que estás haciendo es correcto.


-Así lo siento Emily. Extrañare mucho lo sé, pero ya no estoy sola, y tengo un motivo y un propósito para vivir.







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Bueno ya saben la buena noticia, un nuevo Cullen al mundo… espero tengan paciencia e insisto las cosas no podían ser tan fáciles para Edward, y por sus errores también pagan otros.
Adoro sus comentarios y su cariño…




Axavenus


7 comentarios:

Axavenus dijo...

Ámenme, matenme... pero quiero saberlo jijiji

Espero todos sus comentarios

Las y los quiero

Axavenus

Mell....k dijo...

hla axavenus!!!

wow!! yo sabia que bella estaba embarazada pero al mnos esperaba que se lo dijiera a los cullen, y principalmente a edward, el aunque alla cometido errores merece saberlo, por dios bella!! es su hijo...

por otro lado, me encanto que alla decidido retomar su vida como estudiante, eso la hizo sentir mejor, y demostro que es muy fuerte, capaz d soportar todo...

fue rara la forma en la que se dio cuenta de su embarazo, pero aun asi ella se lo tomo genial, lastima que lo ve como que edward lo va a usar en su contra, creo que ed puede saberlo y aun asi ella no volver con el, no creo que se merezca no conocer la existencia de su pequeño bebe...

el viaje ojala le ayude a bella a pensar, recapacitar, y luego afrontar su vida, sus decisiones y a su gran amor,,,

algo que me parecio super dulce fue la actitud de collin, y maggi, aww fueron super lindos, comprensivos,e inteligentes al darse cuenta de su posicion, y de su sufrimiento, es algo que no se ve todo lo dias, que unos pequeños te den consuelo de esa forma creo que emily y sam deberian estar muy orgullosos...

nos estamos leyendo, estuvo genial el cap....
bss para ti y tu pequeña que esta hermosa,,,

Paola Isabel dijo...

Hola nena...
Wuauuuuu
Ya me imaginaba el embarazo de Isabella... pero fue muy emotivo, además se fue y no le contó a NADIE... q mala eres Bellita a Alice no le va a gustar nada cuando se entere jajaja.
Y Edward, mi hermoso esta pagando por sus pecado, lo cual espero que le sirva, solo me duele Noah, sufriendo la ausencia de su posible madre.
Dios, cuando se va enterar Edward del embarazo de Bella??? tienen q pasar días? meses? años? para el reencuentro... espero que no sea mucho tiempo, de todas formas como padre, Edward merece saber de la existencia de su hijo y estar pendiente de su desarrollo, nacimiento y cuidados.
En fin, maravilloso como siempre.

Besos Axa, te mando muchos saludes desde Colombia.
Nos leemos.

laurix dijo...

hola axa!!!!
Bueno aki estoy de nuevo....
En realidad dime como te puedo matar??? si estas muy lejos jejejejej asi ke mejor te amare!!! jajajajajaja...

Te voy hacer 100% honesta y dejame decirte ke no me gusto mucho el capitulo, pero solo porke no deben de ser asi las cosas, Si entiendo ke ella este muy lastimada y ke le duela todo lo ke esta pasando en su vida, pero creo ke salir huyendo no es la mejor desición ke a tomado, porke lo unico ke logra con huir es mas dolor, lo mejor es enfretarte al los problemas y no evadirlos. Se ke ella tiene miedo porke piensa ke Edward puede kitarle a su hijo y ke lo esta protejiendo pero el tiene derecho a saber aunke sea la peor persona y si se amaron tanto tiene derecho...

Rosalie como siempre tan fria y no mide sus palabras y aunke ese fue el detonante para la descicion ke tomo Bella creo ke ella no sabe toda la verdad con respecto a Charlotte y solo se basa en la historia de Rose, pero ke tanto escondera esa historia y aunke Ed conto su version no es de todo completa, y como lo dije hay ke hablar con la verdad...

Con respecto al embarazo, bueno, no se me hacia nada raro ya ke lo vengo diciendo desde hace dos o tres capitulos, pero como lo digo ahorita no es lo correcto ke huya....

No estoy del lado de Edward, ni tampoco de Bella ahora me mantengo en un punto neutral porke creo ke los dos por igual tomaron y estan tomando desciciones ke solo dan DOLOR a todo esto, pero ke podemos hacer si asi somos los seres humanos llenos de errores, pero somos tan Orgullosos ke no nos damos cuenta hasta ke todo esta perdido y ai es cuando recapacitamos, Hay ke aprender a Amar para poder Perdonar!!!, pero creo ke aunke se amen demasiado el orgullo de los dos no los deja....

Bueno ahora esta Emily quien fue la persona ke le marco, Alice?? Edward?? Jacob??, amiga en comun de kien es?? .... creo ke ella tiene razon cuando le dice si es lo correcto lo ke esta haciendo....

creo ke mi comentario lo vas a encontrar muy repetitivo pero creo ke es la verdad.... y tal y como lo dices Los errores se pagan CAROS...

Como siempre un Beso para ty y la princesa ke ya vi la nueva foto ke tienes y cada dia es mas Hermosa la Annie... jejejje... =)

Nos estamos leyendo

Laurixx!!

Sary Madera dijo...

Insisto no se vale q siempre me dejas con los ojos aguados...
Ay Dios todo esto es tan triste, pobre Bella cargar con todo ese sufrimiento...

Pero ahora viene un bebe, sea como sea un bebe es una bendición y Bella con toda su tristeza sabe q tiene q luchar por el...

Me causo mucha curiosidad que se hizo 12 pruebas en ese ratico...Wow!!

Con respecto al viaje, la verdad yo la apoyo ella necesita que se sanen un poco sus heridas para ver con mayor claridad lo que querrá para su hijo...

Uy ya quiero saber q pasara...!!!

Nos leemos la próxima semana... Besitos a Annie q la vi por ahí y esta preciosa...!!!

Anónimo dijo...

Hermoso pero muy triste,cada paso que dan ha ido lastimando mas a todos,y ya han sufrido demasiado, pero creo que Bella ha cometido un gran error al salir huyendo sin decirle a Edward lo de su bebe,es de ambos y los dos tienen derechos sobre este hijo,pero lo mas doloroso es que su temor esta destruyendo su oportunidad de ser feliz!!!Axa eres genial!!!Besos!!Marchu

Griselda dijo...

Si pense en que bella se fuera para poner tierra de por medio y tratar de aliviar sus heridas, que se iba a enterar despues de su embarazo y no que fuera el detonante para alejarse pero creo que Rosalie y sobre todo Leah tuvieron la culpa de esa decisión tan de repente, pero también el miedo por su bb a la reacción de Edward, pero que hara el cuando se entere?
Y comprendo a Bella de la decisión, si hubiera hablando con Edward la hubiera convencido.
Un hijo siempre hace que uno sea mas fuerte de lo que es y por el se hace cualquier cosa.
No estoy muy de acuerdo en que se haya ido sin decir nada, pero por algo es mejor así jajajaja asi que en espera de los próximos capítulos. Me encanta la historia y las teorías que me pones a pensar pero al final siempre sales con algo inesperado.
Saludos.

No te resistas!!!

No te resistas!!!

Más que Atracción