Capítulo 31 - Plenitud

Capítulo 31 –  Plenitud                         

BPOV

Nada… nada… nada, de lo que alguna vez sentí como placer se comprara  a lo que se siente al roce de la nariz de Edward por mi cuerpo, al calor de su aliento que hace que todo mi piel vibre, la adoración con la que me mira y la suavidad con la que me toca… es tanto y tan abrumador, porque siento que me ama con cada caricia y mi cuerpo responde con la misma intensidad… mi espalda se arqueo al sentir sus dientes en mi cadera y luego la textura de su lengua mojando, dejando rastros de su saliva en mi piel – oohhh Edward – levante mis manos sobre mi cabeza, dejándome llevar tome el respaldo de la cama, tiritando al mirar como tomó mis piernas y deslizaba mis pantalones por ellas, sin dejar de mirarme, sin perder la conexión de nuestras miradas…

-No me cansare nunca de mirarte... de adorarte – sus manos abarcaron mis piernas acercándolas a su boca – tu aroma es exquisito Bella – hundí mí cabeza en la almohada, apretando más mis manos en el respaldo cuando su lengua deja trazos húmedos por mis muslos…

-Edward – levante la cabeza para mirarlo – déjame… -jadee – tocarte – su hermosa sonrisa torcida apareció y me deleite cuando se perdió entre mis piernas – Eddd…waaarrd – grité cuando sentí su lengua sobre mi tanga - si sigues… haciendo… eso – subió lentamente hasta llegar a mi boca y besarme con tanta pasión, enrede mis piernas entre sus caderas y solté la cabecera para tocar su espalda, bajando tomando sus nalgas apretadas aún por su pantalón. Pase mis manos por su abdomen hasta llegar a la hebilla del cinturón – déjame desnudarte.

-Te amo preciosa - ¡Sí! Edward me ama y mi alma vibraba cada vez que él lo decía. Empuje su pecho mientras nos besábamos para que quedara de espaldas. A gatas me puse sobre él besándolo, tocando su pecho, pasando mis uñas por sobre su piel, lamiendo… deleitándome en sus expresiones, tan hermoso, tan jodidamente cincelado a la perfección, estaba tan excitada, lo necesitaba y estaba segura que él, tenía mi misma urgencia, de conocerme y de explorarnos.

-Te amo Edward – mi mano se posó en su duro miembro prisionero de sus pantalones y apreté levemente haciendo que jadeara mucho más fuerte, y se volviera mucho más dura su excitación, abrí el cierre bajando lentamente sus pantalones, arañando sus piernas, mordiéndome los labios al mirarlo – eres hermoso – cuando llegue a sus pies, comencé a sacar sus zapatos y el desesperado pataleo con ellos hasta que los soltó – nos reímos al sentir que caían de la cama

-Isabella… - adoraba el tono ronco de su voz pronunciando mi nombre – te amo tanto – felinamente avance hacia él y tome la cintura de su bóxer jalando hacía abajo, sin dejar de mirar sus preciosas esmeraldas, sólo baje la vista cuando su miembro duro y palpitante salto libre, fue ahí cuando Edward me tomo con fuerza besándome fuerte, dejándome en la cama sin soltar mi cintura, bajando hacia mis duros pechos volviéndome loca al sentir su lengua. Sus manos siguieron su recorrido metiéndose en mi tanga hasta llegar a mi hendidura, sintiendo milímetro a milímetro como se habría paso entre mis pliegues – estas… tan mojada… amor – susurro en mi hombro.

-Tómame Edward… ámame – cerré los ojos perdida por mi propias palabras… amo a Edward y eso inundaba todos mis espacios…

-Mírame Bella… quiero que me mires mientras te hago el amor – Yo obedecí a su ronca voz, sintiendo la sensual corriente eléctrica entre los dos cuando su miembro rosaba mí mojada entrada… alce mis caderas, deseosa de él – ¡oohhhh!

-Mmmm… - ahogue mi jadeo en su boca pasando mis manos por su piel, sintiendo como se erizaba junto a la mía al entrar, llenándome… - te amo…  - seguimos moviéndonos rítmicamente, tan perfectos, su cuerpo tomando el mío, yo entregándome, amándolo con cada fibra de mi ser…

-Te amo Bella – jadeo entre mis pechos, acelerando sus embestidas – eres tan….mmmm… estrecha… tan exquisita – podía sentir la longitud de su miembro en todo mi interior – se siente exquisito - entrando y saliendo – eres mía Bella… mía… - tomo mis caderas acelerando dando aún más placer.

-¡Te amo… Edward! –grité  y me deje llevar… dejando que cada célula, cada centímetro de mí gritará y le demostrara cuanto lo amo…

-Te… amo Bella – con una última embestida fuerte y ambos nos envolvimos en la epifanía del amor y el placer, era tan consciente de su cuerpo, estaba tan fundido al mío que las ondulaciones de su liberación terminaron de descargar miles de luces en mi alma  - Eres gloriosa Bella… - acaricio mi rostro sin separarnos y con la respiración entrecortada sintiéndonos uno, alce mi mano para pasarla por sus labios rojos de tantos besos.

-Esto fue maravilloso – susurre  y sonreía al sentir sus besos en mis parpados y en mi boca.

-Me quedaría así para siempre… - su mano recorrió mi costado y beso mi boca suavemente, yo seguía mirándolo embelesada por sus gestos y sus palabras.

-Pienso lo mismo, calzamos tan bien… - Edward se removió saliendo de mi lentamente, atrayéndome a su pecho de alabastro que bese antes de descansar mi cabeza para escuchar el golpeteo de su corazón.

Me removí inquieta por el cosquilleo, suspire cubriéndome los ojos… me gire ahogando un bostezo. Abrí los ojos al sentir la húmeda lengua de Edward juguetear con mi pezón derecho.

-Buenos días – le dije alzando mi mano para tocar su suave pelo más revuelto que lo habitual, se empino para besarme.

-Buenos días amor – sus labios recorrieron los míos suavemente – te amo – susurro.

-También te amo – quería tocarlo, asegurarme que no era un sueño, lo sentía todo tan onírico, tan irreal.

-¿Quieres ducharte conmigo? – me pregunto hundido en mi cuello, por lo que su aliento me provoco cosquillas.

-Aportando para salvar al planeta – me reí cuando levanto la cabeza con una expresión divertida - ¿o tiene otras intenciones Sr. Cullen?

-Algunas… - se levantó en dirección al baño y me di cuenta que estaba con un pantalón de pijama, me senté en la cama subiendo las sabanas para cubrirme, mire a mi alrededor, recién percatándome que era otra habitación no la anterior donde había estado antes… – ven preciosa, tengo lista la ducha – su sonrisa exquisita apreció y me volví a derretir por él.

-¿Por qué cambiaste de cuarto? – le pregunte entrando al baño dejando caer la sabana a mis pies.

-Por cosas sin importancia, y lo hice hace meses – Edward entro a la ducha tendiéndome una mano para ayudarme a entrar.

Nos duchamos mutuamente, acariciándonos y besándonos, disfrutando tanto el uno del otro. Como si toda la vida hiciéramos esto, todo tan natural, tan correcto.

-¿Qué hora es? – le pregunte a Edward calzándome mis zapatos

-Cerca de las diez de la mañana – levante la cabeza asustada, Edward me miro  preocupado - ¿pasa algo?

-¿Noah? – me agite preocupada, no me acorde de él hasta ahora, Edward sonrío acercándose cuando me puse de pie para ir a verlo.

-Está bien, anoche lo fui a ver y dormía plácidamente, no despertó hasta las siete de la mañana y ahí le di su leche – acaricio mi pelo húmedo – no tienes de que preocuparte.

-Me encanta esta faceta de papá sexy – sonreí empinándome para alcanzar su boca – voy a verlo ahora.

Respiré profundo cuando salí del dormitorio, avance hasta abrir la puerta del dormitorio de Noah, que estaba despierto moviendo sus manitos y piernas.

-Eres un bebé muy bueno – el volteo su cabecita en mi dirección sonriendo sin dientes – eres tan hermoso Noah – ¿me dejas darte un besito? – me incline en la cuna besando su suave mejilla.

-Bella… - me levante esperando que Edward se acerque. Tomo mis manos llevándolas a su boca besándolas – He cometido muchos errores – me sorprendí y tense por sus palabras, ¿fue un error estar juntos? – pero amarte no es uno de ellos, hice las cosas mal y tome malas decisiones… - sentí cuando mi corazón recupero su ritmo, levanto mi barbilla para que lo mirara directo a los ojos – pero no quiero volver a hacerlo, mi hijo y tú son lo más importante… -se acercó a mi boca y a milímetros de tocar mis labios - ¿Quieres ser mi novia? – entonces me beso…

Mi mente se llenó de la melodía menos romántica para estos momentos y la voz rasposa de Morrissey  cantando I Like You… repitiendo una y otra vez

…¿Por qué crees que voy a dejarte escapar?...

…¿Por qué crees que voy a dejarte escapar?...

Su letra e interpretación era tan adecuada ¿Por qué tendía que dejarlo escapar? Seguí besándolo, transmitiendo mis sentimientos, mis deseos de estar ahí siempre entre sus brazos. Terminamos dándonos pequeños besos y lo mire a los ojos.

-Sí, quiero ser tu novia – me tomo en sus brazos y alzándome giramos riéndonos.

-Te amo Bella… como nunca ame a nadie te amo a ti.

Nos subimos al auto después de verificar la silla de Noah y asegurarnos que no faltara nada en su bolso de muda. Pasaríamos a mi departamento para que pudiera cambiarme e ir a la casa de Emmett y Rose. Todo el camino Edward me llevo de la mano y su pulgar acariciaba suavemente el dorso, cada tanto me volteaba a ver a Noah que se había dormido, al comenzar el recorrido.

-Te prometo que no demoro – acaricie la carita sonrosada de Noah y bese la frente de Edward que se sentó en el living de la casa.

-Te esperamos – los dejé y me fui corriendo a mi closet eligiendo una blusa de gasa holgada, la camiseta de pabilos y unos leggins desgastados y mis sandalias de cuero con piedras incrustadas.

Me estaba cepillando el pelo, cuando Edward toco la puerta que había dejado entreabierta.

-Pasa – me termine de acomodar el peine que él me regalo en el pelo

-Llamo Alice… - me reí mirándome al espejo y ajustando la cintura del blusón – dijo que nos advertía que no llegáramos tarde…

-Ya estoy lista – le estire las manos a Noah y Edward me lo entrego.

-Eres muy rápida, de verdad pensé que te demorarías mucho más.

-Nunca lo hago… - avance a la puerta – vamos, tengo que pasar a comprar el postre todavía.

Pasamos a la heladería por unos potes de helados y unos bizcochos y continuamos nuestro camino hacía la casa de Emmett y Rose, esta quedaba un poco más retirada que la de Alice y Esme que estaban en la misma cuadra. Edward encendió el estéreo, me extrañe al escuchar “You give Somenting” y lo mire.

-¿Qué sucede? – me dijo mientras conducía

-Nada, es la canción… ¿te gusta James Morrison? – negó con la cabeza esbozando una sonrisa.

…que me asusta, de acuerdo,
esto podría no llegar a nada
pero deseo darle una oportunidad,
por favor dame algo
porque algún día puedo llegar a conocer a mi corazón…

-No sabía cómo se llamaba el cantante, la canción es buena.

-A mí me encanta – apreté su mano y comencé a cantar junto a James, sonriente.

…esto podría no llegar a nada
pero deseo darle una oportunidad,
por favor dame algo,
porque tú me das algo
que me asusta, de acuerdo,
esto podría no llegar a nada

pero deseo darle una oportunidad,
por favor dame algo,
porque algún día puedo llegar a conocer a mi corazón.
conocer a mi corazón, conocer a mi corazón, conocer a mi corazón…

-¿Te gusta cantar?  Te he escuchado varias veces y lo haces bien.

-Sí, siempre estoy cantando – apreté su mano – tiendo a asociar situaciones de mi vida con canciones – involuntariamente me sonroje cuando sus ojos me traspasaron mirándome divertido – ¿Qué clase de música te gusta a ti?

-Bueno disfruto de la música clásica, pero me gustan muchos grupos ingleses, como Electric Light Orchestra, The Smith, Depeche mode, The Cure, entre otras… - sonrió aun mirando el camino.

-¿Ochentero? – me reí porque encontraba ahora en Edward una nueva similitud  - pensé que era una de las pocas. - Él asintió – cuando te dije que tendía a asociar momentos con canciones, hace un rato lo hice

-¿En qué momento? – Edward freno en el semáforo y me miro mientras cambiaba el color.

-Cuando me pediste que fuéramos novios – se acercó y beso suavemente mis labios – pero te reirás si te digo cual

-Dime, prometo no reírme…  - volvió a mirar hacia el frente cuando cambio el semáforo y acelero.

-I Like You… - le dije sonrojada, Edward entrecerró los ojos pensativo…

-¿Morrisey? – Yo afirme mordiéndome el labio esperando a que se riera de mí y mis locuras – No te niego que es un poco extraña tu preferencia pero, tiene sentido – sus ojos brillaron cuando freno frente al portón de la casa de Emmett y Rose. - ¿Qué te hizo asociarla? – solté el cinturón de seguridad y lo mire.

-Es simple la respuesta… “¿Por qué crees que voy a dejarte escapar?” – abrí la puerta del auto, sin esperar su respuesta y volviéndome a buscar a Noah para sacarlo de su silla.

Entramos a la casa, yo llevaba a Noah en brazos y Edward las cosas para el postre, Carlisle estaba mirando televisión en el living.

-Hola Carlisle– me acerque y bese su mejilla.

-Hola Bella – tomo a Noah en brazos y comenzó a mecerlo mientras el gorjeaba y movía los bracitos -¿Estas muy hermosa hoy?

-Gracias… - los brazos de Edward me envolvieron la cintura, me fije en Carlisle que arqueaba una ceja pero no comento nada - ¿Dónde están los demás?

-Las chicas están en la cocina, Emmett aún no llega del supermercado donde lo mando Rose hace una hora y Jasper salió a contestar una llamada.

-Ve con las chicas, yo te espero acá – Edward beso mi frente y le sonreí, me deslice en su abrazo y me metí en la cocina.

-¿En que las ayudo? – las tres alzaron la cabeza al escucharme

-Ya está casi todo listo  - dijo Rose sonriéndome, me acerque a Esme y esta me abrazo.

-¿Todo bien mi niña?

-Muy bien Esme, todo va muy bien – sonreí porque no sabía aun si era el momento de contarles que tenía novio, pero algo en la mirada de Alice me hizo guardar silencio por ahora.

Para cuando llego Emmett, el almuerzo estaba listo y la mesa preparada para sentarnos y disfrutar del estofado delicioso que preparo Rose. Estaba sentada frente a Edward, ambos nos dábamos miradas llenas de significado, deseaba mucho estar en sus brazos.

Para cuando terminamos el almuerzo fui hasta la cocina a preparar el postre y como era de esperarlo Edward se ofreció a ayudarme dejando a Noah en brazos de Carlisle.

-¿Te diviertes? – me pregunto Edward extendiéndome una copa para que le vierta el helado

-Claro, tú sabes que adoro a tú familia – coloque la copa en la bandeja y me volví a mirarlo, Edward me rodeo en sus brazos y me beso suavemente

-He deseado besarte toda la tarde – me dijo apoyando su frente en la mía - ¿te molestaría que le diga  a la familia que eres mi novia?

-Por supuesto que no – acaricie su mejilla – soy tan feliz por ser tu novia que no quiero tener que esconder o disimular que estamos juntos.

-En ese caso vamos – Llevamos el postre y entramos riéndonos al comedor - Familia – Edward se puso de pie cuando todos ya habían terminado – tengo una muy buena noticia que informarles – yo me quede mirándolo sintiendo como la sangre se condensaba en mi cara y la mirada de Alice se clavaba en mí – hoy le he pedido a Isabella  que sea mi novia y ella ha aceptado, haciéndome inmensamente feliz - Todos en la mesa se quedaron callados y quietos, sólo siguieron con la mirada a Edward que tomo a Noah desde los brazos de Carlisle y se acercó a mí, tomando mi mano, a lo cual yo sonreí.

-¡Felicitaciones! – Esme se puso de pie al vernos tomados de las manos y nos abrazó dulcemente, acaricio mi mejilla mirándome a los ojos trasmitiéndome tanto amor de madre… Ella es tan buena, y la quiero tanto.

-¿Es verdad Bella? – pregunto Rose, con un brillo extraño en sus ojos

-Sí… - me mordí el labio buscando la mirada de Jasper y este estaba sonriente, fue el segundo en felicitarnos…

-Por fin eres mi hermanita de verdad – Emmett me tomo en sus enormes brazos y desde su hombro vi como Rose salía del comedor. ¿Cuál será su problema?

Tome a Noah de los brazos de su papá y comencé a pasearme por el living dejando a los demás en el comedor, me molesto la actitud de Rosalie, ella es mi amiga pero no puede tener ese tipo de reacciones, ella sabe cuánto me molesta que interfieran con mis decisiones.

-Bella… - me volví a la voz de Alice

-¿También te molesta?  Porque si vienes a decirme que debo hacer y que no por favor ahórrate las palabras – Alice sonrió y se acercó más a mí.

-Te conozco Bella Swan – acaricio la mejilla de Noah que se había dormido – sé que no tengo que decirte nada.

-Gracias… - Me senté en el sillón y ella me imito - ¿Por qué Rose se comporta así? Alice levanto la cabeza mirando sobre mi hombro.

-Sólo me preocupo Bella – no me volví a mirarla  y la sentí avanzar hasta sentarse frente a nosotras en la mesa de centro – Hay muchas cosas que tú no sabes… - refregó sus manos por sus rodillas, dudando.

-Rose, agradezco tu preocupación sinceramente, pero no soy una quinceañera, sé que hay muchas cosas que no conozco de Edward… y muchas de las que conocí directamente de él, en su tiempo tampoco fueron de mi agrado, pero ahora es distinto, él ha cambiado y yo adoro a este nuevo Edward – Rosalie me miro por un momento y se acercó a mí.

-Procura no salir herida de todo esto… Edward es manipulador y por mucho que él diga las cosas que pasaron con Leah te puedo asegurar que él es el causante de todo eso. Porque cuando quiere algo no tiene límites, y no le importa la gente que queda en el camino…

-Rose… no sigas… - Alice la interrumpió

-No, Alice… ya me canse. ¿Quieres saber porque me molesta tanto Edward? ¿Quieres saber lo que él hizo? – se puso de pie  y rodeo la mesa, acomodándose su largo pelo rubio, esperando mi respuesta.

-No, Rose… no quiero saber, porque todos tenemos algo que nos atormenta, y cuando él quiera decirlo yo estaré dispuesta a escucharlo – quedo perpleja con  mi respuesta.

-¿Lo amas?

-Sí – me di la vuelta con el niño en brazos y entre en el comedor me acerque a Edward quien tomo a Noah y me beso la coronilla, rodee su cintura con mis brazos llenándome de su aroma, mordiéndome las ganas de gritar que tenía. ¿Por qué es tan difícil?

Edward me beso suavemente en el estacionamiento de mi departamento, no queríamos separarnos.

-¿Por qué estás tan pensativa? – acaricio mi mejilla con la yema de sus dedos, esa suave caricia lleno de mariposas mi estómago y sentí el calor subir por mi vientre.

-No es nada importante – tome sus manos detallando sus largos y níveos dedos - ¿Te veré en la semana? – le di un vistazo entre mis pestañas.

-Todos los días si así lo quieres… - tomo mi rostro y comenzó a besarme otra vez – Mañana podemos almorzar juntos o bien vernos en mi casa… lo que tu prefieras porque por mí no te dejaría salir de mi departamento – sonrió pícaro, mostrándose relajado y más honesto que nunca.

-¿Sientes como si al estar juntos todo calzara? – le pregunte apoyándome en su hombro y el rodeo mi cintura.

-Bella, eres tú la que hace que sea perfecto – Salimos del auto para despedirnos ahí ya que Noah dormía plácidamente en su silla.

-Duerme bien – bese sus labios duros y tibios.

-Descansa mi Bella – Di un paso hacia el elevador y Edward me tiro de vuelta a él, hundiendo su nariz en mi cuello, cerré los ojos de puro placer – Te amo - murmuro contra mi piel.

Me tire de espalda a la cama, cerré los ojos llena de felicidad y placer, por fin las piezas se movían y encajaban.

Me quite la ropa a tirones para darme un baño de tina, estaba con mucha adrenalina y no conseguiría conciliar el sueño, lleve mi iphone porque ya me extrañaba que Alice no me llamara y comenzara con el interrogatorio.

Vertí el jabón de burbujas y las sales minerales mientras la tina se llenaba de agua caliente, me mire al espejo al alcanzar una vela que tenía sobre el estante, percatándome de la pequeña marca en mi cadera, pase los dedos por ella…

Cerré los ojos envolviéndome con el calor del agua, viendo tras mis parpados sus expresiones, la forma exquisita en que su mirada toma ese toque de desleal seducción que me hacía enloquecer.

Abrí los ojos cuando Come Together comenzó a sonar, saque la mano del agua y active el altavoz.

-Si – volví a cerrar los ojos esperando los gritos agitados de Alice

-¿Bella? – me senté en la tina haciendo que el agua se ondulara a mi alrededor - ¿Bella estas ahí?

-¡Jake! – tome la toalla y me envolví saliendo de la tina - ¿Cómo están los tres? – caminando hasta mi dormitorio donde me senté en la cama subiendo las piernas

-Estamos muy bien, la pancita de Melissa está creciendo a velocidad alarmante – me reí con él

-Me alegro que todo esté bien

-¿Qué cuentas tú? – me mordí el labio porque sabía que Jacob, no tenía a Edward entre sus favoritos.

-Estoy muy bien – suspire profundo sonriendo como tonta

-¿Vendrás para las vacaciones? 

-Claro iré unos días, Sue es capaz de perseguirme por todo EEUU si no voy – me reí imaginándome el berrinche de mi nana

-Entonces tienes dos motivos.

-¿Dos? – me puse de pie buscando mis cremas

-Sí, para ver a Sue y por mi matrimonio… - me quede de piedra, sabía que estaba comprometido pero igual me pilló de sorpresa

-Claro que estaré ahí – le respondí aun procesando la situación - ¿Cuándo te casas?

- 2 de septiembre, ya tenemos planificado todo y Melissa de verdad es una muy buena mujer

-Eso es en dos meses… Los felicito de verdad, cuenten conmigo.

-Te espero Bella

-Ahí estaré – termine de aplicarme la crema en mis piernas

-Estas invitada con tu novio, ese el arquitecto que me contaste – me puse a reír nerviosa- ¿Por qué te ríes?

-Ya no es mi novio – me mordí el labio ansiosa, como si me pillaran en una travesura – Edward Cullen es mi novio ahora – nada se escuchó del otro lado de la línea, y en el fondo sabía que sería así - ¿Jake? ¿Todavía estas ahí? –

-¿Edward? ¿Edward Cullen? ¿El que está casado con Leah?

-Es Edward Cullen, pero hace meses que se divorció de Leah – le conteste perdiendo la paciencia – Soy muy feliz con él Jake.

-Bella…

-Bella nada, yo también tengo derecho a ser feliz. Tú estás armando tu vida, ahora me toca a mí.

-Pero…

-Pero nada Jake, este es mi momento y quiero vivirlo… por primera vez amo a alguien y el corresponde mis sentimientos, no empañes esto que me hace tan feliz.

-¿Amar? ¿Estas segura de amarlo? – suspire

-Con todo mi ser…

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Ame este capítulo, me salio del alma, porque de verdad desee tanto como ustedes este momento, y acá esta toda mi imaginación plasmada en los sentimientos de ambos.

Como siempre espero sus comentarios…

¿Los merezco?

Un abrazo!

Axavenus