Capítulo 17 - Jugando con Fuego

Capítulo 17 –  Jugando con Fuego

BPOV

Me baje del mini Cooper en el estacionamiento destinado a los docentes de la universidad de NY, respire hondo porque esto es lo que amo, lo que quiero y lo que estoy dispuesta a hacer de la mejor manera.

Entre en la oficina de admisión, una mujer de unos cuarenta años muy guapa, con el cabello rubio rojizo me recibió con una sonrisa.

-¿Eres Isabella Swan? – Me tendió la mano y le respondí el saludo.

-Así es… ¿Es usted la Sra. Gennaro?

-Mi nombre es Tanya, puedes llamarme así, señora no por favor- ambas reímos - soy la encargada del departamento de admisión, se bienvenida a nuestro equipo docente.

-Gracias Tanya. Hoy comienza mi clase, por lo que necesito los documentos del alumnado inscrito.

-¿Te entregaron las claves de acceso a la intranet?

-Sí, ya están activas… - la vibración de mi celular me distrajo– en ellas tengo la información de la sala y la distribución horaria – le respondí mientras abría el mensaje que me llego.

Serás la mejor, no lo dudes… un beso Benjamín

Sonreí por la atención y lo amoroso que es Benjamín… suspire mirando la hora, en treinta minutos comenzaba mi clase. Así que deje la oficina de admisión despidiéndome  de Tanya. La sala dispuesta estaba en esta ala en el tercer pasillo, entre en el aula desocupada y acomode mis pertenencias, comenzaría solo con cinco estudiantes, al ser un electivo pueden prescindir del ramo, espero que pronto se inscriban más.

Tome nuevamente en mis manos mi celular, me revolví en mi cama toda la noche pensando en él después de verlo ayer y sentir su aroma, ¿debía llamarlo? sus palabras y la forma de pedirme que no lo alejara nuevamente combinado con su aroma varonil, la fuerza de sus brazos envolviéndome…  Pinche su número esperando que me contestara

-Bella… - susurro cuando contesto al tercer tono.

-¿No te molesto verdad?

-Nunca Bella… me alegra que me llamaras – sonreí ese es el Edward que me gusta.

-Quería contarte que hoy comienzo a dar clases en la universidad… - Que infantil sonó eso pero ¿Qué más podría decirle?

-Eso es perfecto Bella, felicitaciones. – Me mordí el labio ansiosa, ¿Qué responderá?

-Me gustaría verte nuevamente Edward– no alcance a cerrar la boca cuando las palabras salieron de mí corazón.

-Te parece si el miércoles nos juntamos – me contesto inmediatamente dibujando una sonrisa en mí rostro – También quiero verte pronto.

-Me encantaría… esta semana estaré en la veterinaria de Emmett durante las tardes…  - guardo silencio un rato - ¿hay algún problema?

-Ninguno Bella, te paso a buscar a la veterinaria… Te deseo lo mejor para hoy, ¿no te molesta que te llame en la tarde?

-No hay problema, esperare tu llamada.

-Perfecto, nos vemos el miércoles.

-Nos vemos… - colgué la llamada, sintiendo el remolino de emociones en mi interior. Levante la cabeza cuando dos de mis nuevos alumnos entraron a la sala, mirándome con sorpresa de pies a cabeza… lo sé no soy el vejestorio que se esperaban… les sonreí dándoles la bienvenida.

Llegue a las dos de la tarde a casa, feliz por mi primera clase, el grupo de cinco alumnos son excepcionales, subí a mi habitación a cambiarme para almorzar e irme a la veterinaria, me cambie mi hermoso traje Dolce & Gabbana  colgándolo en el vestidor, tomando mis jeans y un sweater violeta, cuando termine de vestirme y calzarme las botas  baje a la cocina con mi bolso cruzado y la chaqueta de cuero en la otra mano. Cuando entre solo estaba Sara terminando de picar unas zanahorias.

-Hola Sara… - camine hacia el refrigerador para servirme un vaso de agua mineral.

-Bella, ¿vas a almorzar? – me pregunto apuntando un recipiente con lechugas.

-Sí, muero de hambre… ¿Dónde está Alice? – le pregunte preparando el aderezo para mi ensalada.

-Fue a la boutique y posteriormente iría a almorzar con la señora Esme y la señorita Leah. ¿Quieres atún o pollo con tu ensalada?

-¿En serio?... Wow, espero que no se convierta en una batalla campal – nos reímos juntas sabiendo cómo es Alice eso es mucho pedir – Quiero pollo…

-ok, por cierto llego un nuevo ramo de flores a tú nombre, esta vez son fresias de distintos colores, el arreglo es precioso – sonreí mientras le robaba una lechuga - Está en el arrimo de la entrada principal.

-Ok voy a ver la tarjeta – camine por el pasillo hasta la entrada y el arreglo hermoso lleno de vida estaba justamente sobre el arrimo, una tarjeta blanca, muy distinta a las anteriores destacaba el la cinta, la abrí para leerla…

El aroma me recuerda que te tuve en mis brazos…

E.C.

Saque la tarjeta del arreglo y disfrute del aroma de las flores, volví a leerla… este hombre me encanta, ¿estará todo perdido? Por favor Bella no te hagas ilusiones donde no las hay, me reprendí mentalmente.

Después de almorzar junto a Sara, camine hasta el estacionamiento poniéndome la chaqueta de cuero y el casco, para ir a ayudar en lo que se necesiten antes de que salga con Edward.

Salí de la ducha, colocándome mi ropa deportiva, ahogue un bostezo de cansancio, estar en la veterinaria es una hermosa experiencia, me tome el pelo con una coleta, mientras bajaba las escaleras para cenar junto a mis mejores amigos. Entre en el comedor donde Jasper ya estaba en la cabecera de la mesa junto a Alice.

-¿Pensé que tendría que ir a buscarte? – Jasper negó con la cabeza

-Alice, no me demore tanto… no seas exagerada – me senté en la mesa, justo cuando Sara entraba para servir la cena.

-¿Benjamín cambio de flores porque a mí me dan nauseas? – me pregunto Alice, mientras se servía ensalada.

-No… es otra persona que me envío estas flores – me mordí el labio cortando el filete de pavo

-¿Es muy larga la lista de admiradores?- Jasper alzo la ceja mirándome, yo me reí

-Eso no es lo importante mi amor… ¿Quién te envío ese arreglo? – pregunto Alice ansiosa.

-Es un anónimo – me encanta hacer rabiar a Alice está entrecerró los ojos – y por cierto querido Jazz… no es tan larga la lista.

-Eres una pésima mentirosa Bella, tú sabes quién te envió el arreglo – Nos miramos con Alice y reímos juntas por el comentario de Jasper – No te rías es verdad – afirmo llevándose el tenedor a la boca.

Al terminar la cena nos fuimos al living a ver una película que elegiría Alice, nos tumbamos ambas en el sillón mientras Jasper iba  a la cocina a buscar las frambuesas semi congeladas para su amada embarazada.

-¿Qué película vamos a ver? Pregunto mi querido amigo, dejando el recipiente en la mesa.

-Nueve meses…- ambos rodamos los ojos y nos resignamos cuando Alice apretó play, y comenzó la película.  

…

-Uff!!... – me pase el dorso de la mano por la frente, tomando en brazos a unos cachorritos rescatados la semana pasada. – ¿Es normal que estén asustados? – le pregunte a Paul que estaba examinándolo mientras lo sujetaba por el lomo

-Los animales reaccionan así por sus traumas – me sonrío mostrando sus blancos dientes – es normal ese comportamiento cuando solo ha recibido maltratos.

-Lo entiendo, pero son pequeños no tienen más de cuatro meses – acaricie su oreja lentamente mientras el perrito tiritaba con la cola entre las piernas.

-Si le demuestran amor de apoco comenzara a confiar en los humanos nuevamente… es como una relación, si demuestras cariño a alguien que lo necesita se rinde a tus pies – su carcajada reboto en la habitación y el perrito tirito más fuerte

-Ahora entiendo porque te llevas tan bien con Emmett. Este es el último cachorro de hoy… ¿más vitaminas? – tome en brazos nuevamente al cachorro.

-Le daré las indicaciones a Lauren, para que ella aplique las vitaminas… por lo menos este pequeño esta con mejor de peso que los demás – acaricio su cabeza - ¿Quieres ir a comer con nosotros? Todos estamos muy contentos que nos estés ayudando- salimos por el pasillo hacia el área de guardería de los animales – lo pasaremos bien.

-Lo siento Paul, no puedo hoy me comprometí con una amigo y voy a salir con él… te lo agradezco Paúl, dale mis saludos a los chicos, para la próxima si iré.

Entre en la guardería canina y coloque al cachorrito de labrador en su jaula, acariciando su panza caliente…

-¿Te gusta el cariño verdad?... eres adorable pequeñito – la lengua suave del cachorro me lamio la mano.

-¡Bella!... – grito Jen, otra de las enfermeras veterinarias, asomando la cabeza por la puerta – te busca un tipo modelo de Calvin Klein en la recepción – entrecerró los ojos… ¡lo tenías en secreto! – movio las cejas arriba y abajo - ¿por ese modelito no vas a salir con nosotros?

-Tonta Jen, es un amigo, además del hermano de Emmett, ¿nunca lo habías visto? – negó con la cabeza mientras yo cerraba la jaula y  me encaminaba hacía la recepción.

-Si no quieres nada con él… podrías presentármelo – sonrió entrando en un box – Negué con la cabeza.

Llegue a la recepción y ahí estaba él, perfecto, con su traje presumiblemente Armani, su cabello desordenado y una sombra de barba asomando en su mandíbula.

-Edward – se giró mirándome de pies a cabeza y su sexy sonrisa apareció, claro, yo llevaba el traje azul de la veterinaria con un pantalón demasiado grande para mí y un blusón de la misma tela, nada sexy…

-Bella, te llame al celular no contestabas – saque el celular del bolsillo, y comprobé las tres llamadas perdidas, lo mire nuevamente y estaba mirando la consulta, lo había dejado en silencio mientras estaba con los cachorros.

-Em, está orgulloso de su clínica – le dije y él se fijó en mi nuevamente - ¿no la conocías?

-No, estaba en un MBA cuando la abrió y nunca había venido antes. De hecho mi secretaria busco la dirección – lo mire extrañada, eso es parte de las cosas que Alice me contaba de él… era distante e insensible en las los logros de sus hermanos.

-Acompáñame – el tendí la mano para que me siguiera, la tomo reticente mientras avanzábamos por el pasillo.

-¿Qué haces tú acá? – me pregunto cuando entramos en la guardería cerré la puerta tras él y me acerque a la jaula donde los gatitos pequeños jugaban saque al más pequeñito que todavía estaba con su ojito enfermo. Me volví hacía él quien me miro curioso.

-Estoy ayudando con lo que requieran en la clínica, voluntariado – acaricie en mi regazo al gatito que ronroneó con mis cariños - hace unos días llegaron varias camadas de gatos y perros en condiciones deplorables… Tú hermano accedió a atenderlos y procurarles un hogar. – Le tendí al gatito para que lo tomara y me miro asustado – tómalo no muerde… - me reí de mi propio chiste, lo tomo con ambas manos y el pequeñito se hizo un bolita recogiendo sus patas traseras.

-¿Qué quieres que haga con el gato? – me reí de su expresión tomando otro gatito de la jaula.

-Necesitan sociabilizar Edward… deben primeramente confiar en los humanos y después serán aptos para darlos en adopción – puse al segundo gatito en la mesa pasándole una pelotita para que jugara.

-¿Te gusta estar acá?

-Me relaja, es tan distinto a estar encerrada escribiendo… estoy en un momento de vivir experiencias que me llevaran a evocar emociones… adoro el amor desinteresado que tiene tu hermano por estos animales.

-¿Encuentras que es una hermosa labor lo que hace Emmett? – dejo al gatito sobre la mesa junto al otro cachorro.

-Claro, creo que en la vida debemos buscar la manera de hacer el bien, de ser altruistas, de olvidarnos un  poco de tener para lograr el ser, hay cosas mucho más importantes que tener y acumular… Como ves Emmett tiene lo que siempre ha querido, es feliz en lo que hace. El otro día cuando llegaron los animales, él estuvo dos horas en cirugía salvando a un perro, sin dueño que tenía un alambre incrustado en la pata producto del maltrato. Sé que muchos dirán que quizás no valga la pena, es sólo un animal en comparación con quienes salvan humanos, pero él lo hace con tanto amor y pasión… un animal nunca te va  agradecerá con palabras o dinero propio, el simple hecho de vivir es el mejor precio que el recibe. Es hermoso, mucho más altruista de lo que yo alguna vez podría ser. – Guardo silencio, mientras yo dejaba a los bebes en su jaula.

Después de cambiarme y salir del vestidor camine con mi bolso, hacia la recepción donde me esperaba Edward, me miro cuando me acerque, pero siguió cayado y pensativo salimos de la clínica y él seguía perdido en sus pensamientos.

-¿Te parece si vamos a la cafetería que está a unas cuadras de acá? – le dije indicando la dirección.

-¿Puedo llevarte al restaurant que quieras? – me pregunto mientras miraba hacía la calle.

-Prefiero la cafetería si no te molesta, así después puedo pasar a buscar la moto para irme a casa – me miro con detención de pies a cabeza…

-¿Moto? – Asentí en dirección a mi preciosa moto roja – Yo creí que era de Jasper.

-Es mía, me encanta andar en moto y la estoy disfrutando porque con las nevadas y el hielo no hay oportunidad – su mirada era escéptica - ¿vamos a la cafetería o no?

-Vamos pero después te llevo a casa, no me gusta que ocupes una motocicleta – rodé los ojos y suspire - ¿Qué?

-Hombres…  nada más que eso.

Caminamos las tres cuadras en silencio, hubo un momento donde el nerviosismo trato de apoderarse de mí… Llegamos a la cafetería y ya no había vuelta atrás, nos sentamos frente a frente, hicimos nuestros pedidos mirándonos de reojo.

-Gracias por las flores Edward, fue un hermoso gesto – sonrió de lado mientras ponía una cucharada de azúcar a su café – por la nota también estoy agradecida – esta vez me miro y sus ojos verdes destellaron.

-Es tu aroma, floral… es inexplicable pero desde el domingo que nos abrazamos tengo ese aroma en mi nariz. – me sonroje baje la vista a la tarta de durazno que tenía frente a mí, suspire infundándome valor para comenzar.

-Edward, bueno yo quería que pudiéramos retomar la conversación pendiente 

que “debimos” tener en tu casa – me mordí el labio recordando el rose de su boca, sacudí la cabeza aclarándome.

-Soy todo oídos Bella… pero antes que continúes, quiero que me disculpes por mi actuación impulsiva. Me has demostrado ser una mujer valiosa… ¿me perdonas? – Me tomo la mano por sobre la mesa sujetándola suavemente.

-Te agradezco los cumplidos… -apreté suavemente su mano -  mi reacción  esa mañana también fue sobre exagerada, no tengo que perdonarte nada Edward

-Continua Bella - lo mire con intensidad sobre la mesa y el no quito sus ojos de los míos… tome valor desde la profundidad del mar esmeralda

-Como te dije esa mañana, me gustas – separe las manos de él y tome la taza de café para llevarla a mis labios, bebí un sorbo y lo deje en la mesa – eres un hombre atractivo, y tus atenciones conmigo no me son indiferentes, me gusta tu compañía…  - Espere su reacción pero él seguía mirándome examinando mi rostro y mis acciones siguiendo mis movimientos mientras comía mi tarta de durazno – Durante ese tiempo, yo aún estaba casada, no era algo correcto independiente que ese matrimonio no significaba nada para mí…

-Yo sabía que no eras real… - me interrumpió - eres la encarnación de la diosa Minerva – me reí por la analogía de mi moral – Bella eres una mujer hermosa… - me quede callada esperando a que terminara, estaba tan cómoda a pesar que prácticamente me estaba declarando – Continua Minerva… no te interrumpo más.

-Bueno no hablemos de dioses por que salgo perdiendo… - me mordí el labio porque el único dios aquí en esta cafetería es él – el asunto Edward, es que bueno ahora ya estoy divorciada… Tenía que decirte esto, era el motivo no podía estar cerca de ti… ahora estas comprometido y de verdad, por los sentimientos que tengo hacía ti espero que seas feliz con Leah. – En silencio espere su reacción mirando el borde de la taza de café que delineaba con un  dedo

-Bella… - lo mire y vi la lucha interna – me fascinas… me gustas. Este tiempo lejos de ti, no fue el mejor… - tomo su cabeza con ambas manos y paso sus dedos por el su cabello descansando en su nuca y cuello – todo sería tan distinto ahora si te hubiera dejado hablar… si no fuera un maldito impulsivo cada vez que estoy contigo.

-Edward… no confundas las cosas yo no te estoy pidiendo que cambies nada… entiendo que si estas con ella es porque la amas. – Levanto la cabeza de entre sus manos mirándome intensamente.

-¿Qué alternativa me queda?... tú has sido sincera conmigo, jamás he visto esa virtud en ninguna mujer con las que me he relacionado… eres demasiado para mí Bella, yo no soy lo mejor… - de pronto la máscara se trizo frente a mis ojos y vi el mar de emociones recorrer su rostro, respete su silencio porque parecía meditar - ¿Todavía estoy a tiempo de solucionar las cosas entre nosotros?

-¿De qué hablas? – mi corazón comenzó a latir rápido, Edward se puso de pie, saco dinero de su billetera y lo tiro en la mesa, me tomo de la mano y salimos de la cafetería. – Edward ¿Qué pasa? – se paró frente a mí y tomo mis manos entre las suyas.

-No la amo Bella, nunca la ame… te prefiero a ti por sobre ella – ahogue el jadeo de sorpresa

-No, Edward... ella te ama – ¿podría ser posible? ¿Él me elige a mí por sobre ella?

-Estoy a tiempo Bella… - lo mire y vi verdad en sus ojos – Todo depende de ti ahora.

-No Edward, ¡te equivocas! – Contrarreste- yo no voy a tomar una decisión que te compete completamente a ti – me tomo el rostro y su pulgar acaricio mi labio inferior.

-Ya tome una decisión…- baje sus manos de mi cara pero no se las solté – dame unos días…

-Edward, no tomes decisiones apresuradas, piensa bien las cosas…

Nos fuimos caminando por la calle, tomados de la mano, sumidos cada uno en sus pensamientos, las palabras de Edward eran un bálsamo para mis sentimientos, yo sabía que no lo amaba pero el tacto y nuestros dedos entrelazados se sienten demasiado bien.

Paramos frente a la veterinaria ya eran las ocho de la noche y el Jeep de Emmett no estaba en el estacionamiento, estábamos al lado de mi motocicleta solté su mano mientras rebuscaba en el bolso la llave para desencadenar mi casco.

-Bella ¿Qué haces?

-Me voy a casa… - le sonreí y me acerque a él para besarle la mejilla,- Gracias por dejarme hablar esta vez - Moría de ganas por besar su boca… me contuve dando un paso atrás cerrando mi chaqueta de cuero, cruzando el bolso y colocándome el casco. Levante la visera mirándolo, él no se había movido de ahí, sonreí por su expresión – disfrute de esta tarde te llamo cuando llegue a casa – me monte en la motocicleta encendiéndola y dando gas, al parecer el ruido lo saco de su ensoñación y dio un paso atrás, baje la visera y salí del estacionamiento mientras él seguía de pie en el mismo lugar.

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¿como estuvo el capítulo? ¿Que esperan de Edward? 
¿Merezco unos buenos comentarios?


Adoro cada una de sus manifestaciones de cariño y sus comentarios... gracias por los que me siguen en este humilde Fanfics que disfruto mucho escribiendo... se vienen cosas interesantes así que no se pierdan.

Como siempre estoy muy contenta con sus comentarios, alertas y favoritos….

Muchas gracias…. Me hacen muy feliz

Cariños

Axavenus