Capítulo 45 - Para Siempre

Capítulo 45 – Para siempre

EPOV

La vulnerabilidad se define de distintas formas. Según mi antigua manera de vivir, de ser y pensar, era debilidad e insensatez.  Ahora, como un  hombre nuevo  es estar desnudo, de cuerpo y de alma, sin pudor, sin miedos...

-Te amo Isabella

Después de besarla en el cuello, la deje suavemente sentada en la orilla de la cama, nos miramos en silencio. La trémula luz de las lámparas de velador bañaba su espalda, di dos pasos hacia atrás, temblando ligeramente pero sin perder el contacto con su hermosa mirada.

Me saque los zapatos empujándolos con mis pies, le siguieron los calcetines, ella me miraba casi sin pestañar en una comunicación silenciosa, llena de significados, llena de anhelos y deseos dormidos. Levante mis manos hasta alcanzar el primer botón de mi camisa, sin prisas desabroche uno a uno los botones, recorrí la suave tela, para dejar al descubierto la piel de mi torso… la camisa cayo al suelo por mi espalda, y la suave briza golpeo mi cuerpo llenándome de un cosquilleo eléctrico.

Los ojos de Bella estaban llenos de lágrimas, tan puras como su corazón, tan brillantes como el fulgor del sol en su cenit… Desabroche el cinturón tirando de el para que se perdiera en el infinito, un obstáculo menos, una prenda menos para llegar a tener esa transparencia inmaculada de la mujer que amo.

Abrí el botón del pantalón, sin dejar de mirar a Bella… una lágrima cayo solitaria por su mejilla y ella la limpio suavemente, mirándome, amándome como solo ella sabe hacerlo. Ya sin pantalones, solo con bóxer, tome la pretina de estos y los baje, hasta los tobillos para empujarlos con mis pies…

Desnudo, vulnerable y completamente enamorado, ya no había nada entre Bella y yo, las verdades dichas, los miedos muertos, las culpas y los perdones sobre la mesa, todos fueron dispersos.

Bella se levanto y frente a mí comenzó a despojarse también de su ropa, sencillamente gloriosa, sin movimientos sensuales, solo con su corazón expuesto en su desnudez perfecta.

Ambos dimos los pasos para quedar frente a frente, nos abrazamos, así llenos de un amor incondicional y eterno. Levante su barbilla, inclinándome para besarla, reclamar su amor por mí, tenerla en mis brazos y cobijarla, por todo lo que me queda de vida e incluso más.

Sus labios suaves y deliciosos siguieron mi danza, sin dominarnos, en las mismas condiciones en la que estábamos, en partes iguales, complementados en la sincronía perfecta, ninguno superior al otro, sino un solo ser.

Acaricie sus costados, y ella se aferro a mi cintura para deslizar sus manos por mi espalda, la guie hasta la cama, donde la alce y enredados entre nuestras piernas, nos reconocimos… Acaricie suavemente su hermosa piel de porcelana, recordando su calor, el sabor delicioso de sus pezones, chispeantes mucho mas grandes y definidos de lo que recordaba. Mientras mi lengua se entretenía en lamer, mis dedos recorrían sus muslos y abdomen, Bella se arqueo contra mi boca, cuando hundí mi mano entre sus piernas, deslizándome suavemente en su maravilloso y aterciopelado sexo.

-Te amo Edward – susurro, cuando mi lengua cambio a su otro pecho y sus dedos se perdieron en mi pelo, abandone el calor entre sus muslos para tomar sus pechos en mis manos, masajeando y jugando con sus pezones entre mis dedos, volví a besarla, con más pasión, rozándonos.

-Oh Bella… - su mano se deslizo hasta alcanzar mi erección y comenzó a deslizarse suave pero firme en el. Mordisquee sus labios carnosos, para después lamerlos, y perderme en su cuello. Bella se movió hasta quedarse a horcajadas sobre mis muslos, sin dejar de acariciarme. Sus ojos brillaban llenos de deseo, se inclino sobre mi cuerpo y lamio mi cuello, mordisqueando levemente cuando llego a mi hombro. Mis manos se apretaron es sus muslos, eche la cabeza hacia atrás cuando sentí la suave humedad…

-Edward mírame – levante la cabeza al escucharla, mi corazón se desboco al verla sacar la lengua y lamer mi miembro de arriba abajo e introducirlo en su boca

-Ohhh – Apreté las sabanas reteniendo el impulso de empujarme más en su boca…

-¿Te gusta?... – me pregunto con gesto de inocente, mientras entre sus labios se perdía mi glande y comenzando a succionar otra vez…

-Me estas matando cariño… - susurre, sintiendo el hormigueo en mi vientre. Me removí, tomándola desde sus hombros, ella protesto pero, yo también quería satisfacerla. Me deslicé para que se montara sobre mi boca. Hundiéndome en ella, lamiendo y succionando, acariciando sus muslos, sintiendo como se arquea sobre mí, mientras mi lengua se deslizaba en su interior, absorbiendo su ambrosia, deleitándome con su sabor, su calor y las ondulaciones de su orgasmo. Sin contemplaciones, la gire para que quedara sobre las almohadas y seguí hundido su centro, dispuesto a darle todos los orgasmos que quisiera liberar para mí.

-Mi amor… - su manos se aferraban a mi pelo, empujándome aun más a su sexo, levantando las caderas al llegar al clímax nuevamente – te amo tanto – susurro, cuando la solté y me abalance sobre ella.

-Te deseo mi vida – la tome de la cintura alzándola, ella se tomo por mis hombros y suavemente me deslice dentro de ella, nos abrazamos, porque más que sentir placer, es volver a vivir, es amor.

Reponiéndonos de la sensación gloriosa de estar unidos, comencé a moverme dentro de ella, sin dejar de mirarnos, Bella se impulsaba sujeta desde mis hombros y yo apretando sus caderas, las embestidas suaves comenzaron a crecer en intensidad y pasión, mordí mis labios acallando los quejidos que se acumulaban en mi garganta.

-Quiero escucharte – susurro Bella, mientras su dedo liberaba mi labio –sigue mi vida… vamos que… - ahogue su voz con mi boca jadeante, sintiendo como comenzaba a cerrarse entorno a mi.

-Te amo… - gruñí al sentir su orgasmo y la ondulación de mi liberación, el escalofrío que recorrió mi espalda poniéndome la piel de gallina -  Eres deliciosa y mía…

-Tuya mi amor, para siempre tuya… - las lágrimas se derramaron por nuestras mejillas, nos miramos intensamente, sin movernos, sin hablar, presos de nuestras emociones…

Después de segundo, minutos u horas, nos dejamos caer en la cama, acompasando nuestra respiración, acariciándonos levemente.

Bella cerró sus ojos suspirando, me puse de lado apoyado en el codo para mirarla. Sus mejillas estaban sonrojadas, sus labios rojos e hinchados de tantos besos, estime mi mano para tocarla suavemente. Delinee la línea recta de su nariz, roce sus labios y fui bajando por su mentón, me detuve en el canal de sus pechos, los mire detalladamente, sus pezones no eran rosados como antes, estaban más oscuros, respingones y duros.

-Es porque amamante – aparte la mirada de sus pechos para verla sonriente – ya no están tan arriba como antes, pero no me importa.

-Son más hermosos que antes – tome sus pechos y bese suavemente – tú estas preciosa, más mujer. Baje por su estomago, y acaricie su vientre un poquito más abultado, sexy… -¿Cuan grande era tu barriga con Carlie? – se puso a reír entretenida con mi pregunta.

-Así – levanto su mano sobre su panza y la mire incrédulo

-¿Y donde quedo todo eso? – bese su vientre hermoso esperando que me respondiera.

-No lo sé, Carlie era casi toda mi panza… después que nació estuve como un mes hinchada… Las abu me enfajaron para que no quedara fofa, pero en realidad no me preocupaba.

-Muero de ganas de verte así – acaricio mi pelo y nos quedamos mirándonos - ¿Quieres más hijos?

-Claro, ser madre es maravilloso… quiero los que tú quieras mi amor, pero démosle tiempo a Carlie y Noah, un poquito… - me alce para tomarla en mis brazos y rodar con ella sobre la cama - ¿parece que alguien volvió a la vida?

-Mmmm – me hundí en su cuello – y tiene hambre…

-Tonto….

Hicimos el amor hasta quedar satisfechos. Bella se quedo dormida sobre mi pecho, la acomode sobre la almohada y la arrope, ya que la brisa refrescaba al despuntar el alba, me levante y cerré el ventanal, volví a la cama sorteando los bultos de ropa en el suelo y me acomode al lado de mi mujer, la madre de mis hijos.

La vibración de mi celular, me saco del sueño, lo apague de un manotazo rogando para que Bella no se despertara. Mire la hora y deje salir un gruñido porque eran las nueve de la mañana recién y no había dormido más de tres horas.

Me levante sigiloso de la cama hasta el baño, comencé a llenar la tina para regalonear a Bella. Me puse un bóxer en el baño y salí hacia el dormitorio quedándome estático en la puerta, al ver a Noah de pie al lado de Bella que dormía plácidamente, sin percatarse del niño.

-Campeón ¿sucede algo? – Noah me miro y sonrió

-Mi mami esta dulmiendo  - puso su dedo sobre sus labios haciéndome callar, aunque de todas maneras por la impresión que me causaron sus palabras, no era capaz de armar una frase, Noah se giro y medio saltando salió del dormitorio dejando la puerta abierta. Varios minutos pasaron hasta que cerré la puerta y me acerque a Bella…

-Cariño – la removí suavemente y ella se tapo la cabeza con la sábana – Bella amor, los niños ya están despiertos… - bajo la sabana, dejándome ver solo sus ojos adormilados.

-¿Los niños? – asentí divertido - ¿Qué hora es? – pregunto sentándose en la cama dejando al descubierto sus magníficos pechos.

-Más de las nueve – protesto levemente al tratar de moverse y me miro acusadoramente  - lo siento… - le alcance el albornoz y la lleve de la mano al baño.

-Ahh adoro el agua caliente – me reí mientras comprobaba el agua.

-Tuvimos visitas hace unos minutos – comente, mientras Bella se metía a la tina – Noah vino a vernos y te vio dormida y no quiso despertarte.

-¡Estaba desnuda! – exclamó hundiéndose en el agua por completo

-Corrección mi amor, estas desnuda – me apresure con los bóxer para hacerle compañía – estabas cubierta no te preocupes, pero tendremos que tener cuidado con el seguro de la puerta.

-Sí – comento mientras se acomodaba entre mis piernas, para enjabonarle la espalda – tienes razón.

-Noah dijo algo hermoso – le susurre besando su hombro.

-¿Qué dijo?

-Textual “mi mami esta dulmiendo” – ambos nos reímos por la falta de la “R” de Noah – fue demasiado dulce escucharlo.

-Anoche me pregunto si yo iba a ser su mami, yo le pregunte si él quería que lo fuera y dijo que sí… - Bella me miro por sobre su hombro – creo que me perdono.

-Nunca te tuvo rencor Bella…

-Pero me pregunto si al ser su mami, tú siempre estarías feliz. No te das cuenta que Noah es un niño tan noble, tan profundo a su edad.

-Sí, tiene una entereza admirable – masajee su cabello, haciendo espuma – somos bendecidos por tenerlo.

-Así es.

Nos apresuramos con el baño para ir a atender a nuestros hijos. Les habíamos prometido ir al zoológico. Desayunamos en la cocina, como buen domingo no había servicio en la casa, así que entre todos, incluido Sue preparamos un delicioso desayuno.

Como era la primera salida oficial de Noah, fuimos directamente al zoológico, disfrutando del viaje como la hermosa familia que somos.

-¡Vamos a ved un león! – le contaba Noah a Carlie expectante.

-¡lion! – respondió Carlie desde su sillita 

-¡Mami dijo lion! – la risa cantarina de Noah lleno el auto de alegría. Mire por uno momento a mis hijos por el espejo retrovisor, ¿Podía pedir más?...

Paseamos entre los animales, fascinados con el León, los monos y tantos más, a la hora del almuerzo nos fuimos al restaurant del Zoo, porque aun nos faltaba por conocer.

Sue empujaba el carrito de Carlie mientras nos dirigíamos a la sección de aves, Noah caminaba de la mano de Bella y yo llevaba el bolso con las cositas que necesitaban los niños.

-…se fuelon en un badco con piguinos… - alcance a escuchar a Noah lo que le contaba a Bella.

-¿No serán pingüinos? – Bella me miro sonriendo

-Sip esos piguinos – respondió Noah frunciendo el ceño al darse cuenta que no lo decía bien, así que lo tome en brazos para ponerlos sobre mis hombros.

-Vamos que todavía no hemos visto los reptiles…

…

Revise los antecedentes correspondientes a los clientes con los que ha trabajado Irina estos meses, volver  a retomar el ritmo me ha costado más de lo que creía, no solo por el trabajo en sí, sino por el tiempo en familia que se limita, pero a pesar de eso mi consuelo esta en llegar a casa y que mi amada Isabella esta esperándome junto a los niños para disfrutar un tiempo antes de que duerman.

Entrar en casa, es la representación de la felicidad, el calor de hogar. Muchas noches después de que los niños están dormidos, con mi amada Bella nos dejamos caer en el sillón, disfrutando en silencio de nuestra compañía, abrazándonos o simplemente entrelazando nuestros dedos.

En cuanto a nuestra intimidad, disfrutamos tanto el uno del otro, volviendo a complementarnos, a vivir la perfección de nuestra unión... Viví tantos años disfrutando del sexo sin sentido, sin apego y sin preocupaciones, tomando a las mujeres como terapia antiestres, sin preocuparme de nada más, que vivir el amor y hacer el amor es sublime, y más aún cuando mi mujer es todo lo que necesito para sentirme pleno, en todos los aspectos de la vida.

-¿Todavía soñando? – enfoque la mirada en la puerta, Irina estaba de pie sonriendo como siempre – Tienes esa cara de bobo…

-Cállate mujer, no digas estupideces – Irina cerro la puerta y entro en mi despacho y se sentó en una de las sillas frente a mi.

-¿Cómo vas con la revisión?

-Hasta el momento super bien, tengo que felicitarte realmente, has hecho un estupendo trabajo.

-Gracias, pero no es solo logro mio, tengo un gran grupo de trabajo.

-Pero eres tú el que lo lidera, estoy muy complacido de que trabajemos juntos – tome su mano sobre el escritorio – Gracias Irina, gracias de verdad por ser mi amiga y por apoyarme durante todos estos meses.

-Gracias a ti por darme la oportunidad – apretó mi mano antes de soltarla y tomar una carpeta – Necesitamos analizar el caso que esta llevando Newton, le pedí que en una media hora tenga todo para exponerlo en la sala de juntas, me interesa sobre manera que quede todo listo antes de mis vacaciones.

-Todo saldrá bien Irina, tú y Lauren lograran ser madres te lo aseguro, así que relájate porque si estas tensa Lauren no estará del todo bien para lo que se viene.

-Por eso necesito estas vacaciones, Lauren ya esta un poco estresada.

-Recuerda que Bella las invito a la cena de acción de gracias, no lo olviden.

-Si ahí estaremos – ambos nos levantamos y encaminamos a la sala de juntas conversando de cosas triviales. Ángela nos llevo los cafés respectivos y nos acomodamos para la exposición del caso y los antecedentes recopilados.

Una hora y media después salimos de la sala de juntas, avanzamos por el pasillo con las ideas claras del caso y la expresión de alivio de Irina.

-¡Papi! – gritó Noah soltándose de la mano de Bella que conversaba con Ángela.

-¡Papi! –gritó Carlie aplaudiendo desde los brazos de Bella, la que la bajo y dejo dar sus pasitos hasta mí.

-Hola mis niños – los abrace a ambos agachándome para que me besaran las mejillas - ¿Cómo se han portado con mami?

-Bien pero Carlie dibujo en la paled de su cuarto  - Noah miro acusadoramente a su hermana

-¡Plinchecha inda! –le dijo Carlie tirándome los brazos para que la tomara. Nos acercamos a Bella y la bese suavemente en los labios.

-Venimos a raptarte para que almorcemos juntos – mi Bella me acaricio la mejilla suavemente.

-Hola Bella – Saludo Irina revolviendo el pelo de Noah - ¿Cómo va todo?

-Bien gracias a Dios, no puedo quejarme

-¿Te recordó Edward lo de la cena?

-Si hace poco, estaremos ahí.

-Las espero no me pueden fallar – se acercó a Irina en ademan confidente – también quiero conocer a Lauren, me hablas tanto de ella que muero de la curiosidad – Irina se ruborizo un poco y se puso a reír.

Nos despedimos de Irina y Ángela, para ir a nuestro restaurante favorito, los cuatro fanáticos de la comida italiana, así que nos subimos al auto donde nos esperaba Eleazar.

Los niños disfrutaron de sus espaguetis y nosotros de los ravioles con ricota y espinaca que estaban deliciosos como siempre. Al postre pedimos dos copas de helado para compartir con los niños.

-¿Llegaras a las seis a casa? – me pregunto Bella mientras le daba cucharaditas de helado a Carlie para que no se manchara.


-Hare todo lo posible, mira que Irina sale de vacaciones y esta histérica por dejar todo controlado – me reí mientras limpiaba la barbilla de Noah. -¿Por qué? ¿Tienes que salir?

-No, es que Sue quiere ir a Seattle y quería que lo conversemos los tres, tu sabes porque… – Claro que lo sabia, era por Jacob Black, que no tenia idea que Bella estaba devuelta en NY y menos conmigo, el tema es que si Sue vuelve a Seattle, Jacob sabrá de una u otra manera que Bella esta acá y conociendo en carne propia las reacciones que tiene, no lo quiero cerca de mi familia, incluyendo a Sue.

-Bien, lo hablaremos en casa…

-Y también de otra cosa, pero lo hablaremos en casa.

-¿Qué cosa? – la mire intrigado, pero Bella no soltó prenda.

-No seas ansioso en casa lo hablaremos, no es nada grave.

Me acompañaron hasta la entrada del edificio y Eleazar los llevo hasta la casa de Alice, donde pasarían la tarde.

Yo, me concentre en el trabajo, con el fin de retomar el control de las cuentas de la empresa y seguir en el proceso de crecimiento que tan bien cimentado deja Irina, así mi amiga y socia, parte tranquila a sus merecidas vacaciones.

Me afloje el nudo de la corbata, mientras salía de la oficina reprimiendo un bostezo. Apenas salí del edificio, Eleazar me esperaba como siempre solicito para evitar que la lluvia helada que se dejo caer por la tarde me mojara.

-¿Ya están en casa? – le pregunte a mi chofer mientras tomaba la avenida entrando en el trafico.

-Sí, hace alrededor de una hora los fui a buscar, la niña Carlie se había quedado dormida. – Sonreí ansioso por volver a casa.

Deje el bolso en la silla de la sala de estar y camine presuroso a la cocina donde escuchaba a Noah y Sue.

-Hola familia – mire alrededor y estaba solo Noah comiendo junto a Sue, fruncí el ceño

-Hola hijo, ¿Cómo te fue en el trabajo? – me pregunto Sue.

-Bien gracias – bese la coronilla de Noah y la mejilla de Sue - ¿Bella? – la mirada de Sue me preocupo.

-En la habitación de Carlie… - acaricio el pelo de mi hijo.

-Voy a verla, bajo enseguida hijo.

-Edward, mi niña tuvo un encontrón nuevamente con Rosalie, creo que es el momento de poner los puntos sobres las ies… - cerré los ojos molesto y asentí antes de salir de la cocina y subir los escalones hasta la habitación de mi hija.

Entre sigiloso por si la niña dormía, y efectivamente así era, me lo indicaba el bultito en su cama de princesas.

Busque a Bella, que estaba de espalda a la puerta en la mecedora, cerré la puerta suavemente y vi el dibujo de la princesa que había hecho en la pared Carlie y que Noah la había acusado.

-¿Amor? – toque su hombro para que no se asustara.

-Edward, ya llegaste… - Bella se levanto y camino a las ventanas para cerrar las cortinas – vamos para que te sirva la cena.

-¿Bella que sucede? – la tome por el brazo y la acerque a mi - ¿Qué paso con Rosalie? – Bella se hundió en mi pecho y la abrace.

-No la entiendo Edward, te juro que quiero entenderla pero ella es tan cerrada, tan obtusa… - susurro con voz acongojada – me da tanta tristeza que no entienda que soy feliz… que todo es distinto.

-Voy a hablar con ella, y tendrá que entender de alguna manera o que simplemente se guarde sus opiniones – le conteste molestándome, no puede ser que ella siga siendo una piedra en el zapato.

-Hable con Emmett – exclamó mirándome – hace unos momentos y le dije, que lamentaba esto pero Rosalie no tiene tacto y ni siquiera filtra cuando están los niños… eso es lo que más me molesta, nada tienen que ver los niños con nuestros problemas.

-¿Qué te dijo Emmett? – la inste para que saliéramos de la habitación y poder hablar sin susurrar.

-Que Rosalie no esta bien, que no justificaba su actuar y que ellos tampoco están muy bien como pareja…  - cerro la puerta tras ella y pude verla con claridad por la luz del pasillo – Emmett se escuchaba tan triste.

-Pero Rosalie es la vida de Emmett… - me preocupe de verdad porque si Rosalie estaba así por sus problemas matrimoniales Emmett debe estar destrozado - ¿Qué más te dijo?

-Que hablaría con ella, pero no podía luchar contra un bloque de hielo… ¿Has hablado con Emmett?

-No, pero voy a llamarlo más tarde… ¿Alice lo sabe? – Bella negó y me tomo de la mano – Creo que somos los únicos que lo sabemos.

-No te preocupes estaremos para lo que necesiten.

 Bajamos la escalera, y entramos en la cocina cuando Noah dejaba su platito en el lavaplatos.

-¿Ya comiste campeón? – el asintió y se abalanzó a mis brazos.

-Si papi, todas las veldudas pala que no me enfedme otla vez – lo abrace, porque yo deseo lo mismo, nunca más volver a pasar lo mismo.

-Ahora a lavarse los dientes y puedes jugar en ratito en tu dormitorio – le dijo dulcemente Bella besando su mejilla.

-la abu Sue me va a leer un cuento… - ambos miramos a Sue que sonreía por la escena.

-Claro, “Las aventuras de Madagascar” – comento Sue como que no quiere la cosa, pero desde la visita al Zoológico semanas a tras Noah no ha dejado de trasmitir de los animales y Madagascar.

-¡Yupi! – Deje a Noah en el piso y salió directo a las escaleras

-¡Ten cuidado hijo! – Bella lo siguió para asegurarse que no había problemas, mientras Carmen y Sue nos servían la cena.

-¿Hablaste con ella? – me pregunto Sue mientras la abrazaba

-Si, ya lo solucionare Sue, no te preocupes.

-Eso espero – dijo severamente pero lo arruino con su sonrisa.

-Tenemos que conversar nosotros también, después hablamos en la sala – me pellizco la mejilla como si fuera un chiquillo.

-Si señor… - respondió saliendo de la cocina.

Cenamos, o más bien cene mientras Bella revolvía y revolvía su comida y se llevaba uno que otro bocado a la boca. Finalmente, nos fuimos al living para que conversáramos con Sue y viéramos las alternativas.

-No me gusta la idea Sue – le expuse apenas se sentó con una taza humeante de té de hierbas.

-Edward… - Bella se acomodó a mi lado y subió los pies al sillón – no creo que esa sea la solución, la casa de mi padre ha estado prácticamente sola desde que nos fuimos.

-Además quiero ir a Seattle, no voy a quedarme a vivir allá, pero necesito volver, hay cosas que resolver que necesitan de mi tiempo.

-¿Pero si Jacob se vuelve violento contigo? – expuse mi mayor preocupación.

-No lo hará te lo aseguro – la mire escéptico

-No lo puedes asegurar, él no es muy predecible que digamos. Además esta el asunto que si tú vas él sabrá que Bella esta en estados unidos.

-A la larga lo va a saber Edward, además si hay que enfrentar la situación, creo que este es el momento. Por otra parte lo sabrá igual, porque venderé las acciones que él aun me administra así me desligo de ese compromiso.

-¡Pero es la empresa de tú padre! – exclamó Sue consternada.

-Pero yo no se nada de eso Sue, no quiero tener algo ahí que no me sirve, no se si estoy ganando realmente, porque hasta este momento el dinero que ha entrado en mi cuenta por ese factor ha sido variable y hace un tiempo ha mermado.

-Debes solicitar una auditoria, tiene que haber un informe – comente acercándola a mi.

-Pero significaría lo mismo, que sepa que estoy acá – me puse de pie paseándome, buscando una alternativa.

-Ya tengo la solución Sue, si vuelves a Seattle levantare una orden de alejamiento con respecto a la demanda que aun sigue curso por mi agresión, eres mi familia por ende necesita protección.

-Eso es exagerado Edward – comento Sue dejando la taza sobre la mesa – ese niñito lo vi crecer…

-Bella estuvo casada con él y el la violentó… nada garantiza tú seguridad, además no sabemos como esta ahora, si tiene tratamiento, si aun esta casado, nada.

-Creo que tienes razón Edward – Bella se estremeció – no sabemos nada de Jacob en todo este tiempo, sería lo mejor.

-O te pongo guardaespaldas – sostuve mi postura al ver a Sue enrojecer.

-Nada de guardaespaldas, por favor – Bella se puso a reír por la actitud de Sue – Bueno acepto esa orden…

-¿Cuándo quieres viajar? – le pregunte volviéndome a sentar y acurrucando a Bella a mi lado.

-Apenas vuelva de vacaciones Kate, eso es en unas dos semanas.

-Perfecto, tendré lista la orden para ese momento.

-Pero Sue, tienes que estar en la navidad.

-Claro que estaré acá… soy una de las nonas.

Después aclarar las cosas, Bella entro al baño a ducharse antes de acostarse y yo tome mi celular para llamar a Emmett.

-Hermano…

-Edward, ya estaba esperando tu llamada…  - mire hacia la puerta del baño entreabierta.

-¿Cómo estas?  - Emmett suspiro profundamente

-¿Me aceptas de alojado en tú casa?…

-¿Tan mal?

-Estoy terminando de preparar el bolso… le dije a Emma que tenia que viajar – se escucho el cierre del bolso  - odio mentirle hermano… pero Rosalie no me deja alternativa.

-Te espero… mi casa es tú casa.

-Gracias.

…

Emmett es la sombra de lo siempre ha sido, incluso los niños se han dado cuenta, primero porque cada vez que le preguntan por Emma, mi hermano se estremece y porque por más que insistan en jugar junto a Scott, nada lo entusiasma.

El sábado por la mañana estamos tomando el desayuno en el comedor, cuando Carmen nos avisa que Rosalie venia entrando.

Miramos a los niños, que recién saboreaban su cereal, y conociendo a Rosalie no será una charla tranquila.

-¿Edward me presta tu despacho? – pregunto Emmett, levantándose de la mesa sin tocar su desayuno.

-Buenos días – Rosalie entro en el comedor, Bella la miro.

-Hola, Rosalie… ¿Quieres tomar algo?

-No,  quería hablar contigo Emmett ¿Podemos? – la humildad de su voz, nos descoloco.

-Vamos Rosalie – dijo Emmett sin mirarla a la cara – Podemos conversar en el despacho de Edward.

Los vimos salir del comedor, y mi única reacción fue tomar la mano de Bella, porque el abismo que existe entre mi hermano y su esposa es tan profundo que rogare todos los días de mi vida, para que nunca nos llegue a pasar.

Tome la última caja de la bodega y apague la luz. Mire por el ventanal del pasillo y la nieve caía copiosa en nuestro jardín.

Seguí el ruido de las risas de los niños y el sonido de villancicos que Bella había puesto desde su Ipod.

-Esta es la caja con las esferas – los niños estaban estirando sus botas para colocarlas en la chimenea.

-Ya casi tenemos listo el árbol – Bella salió de tras de él con las mejillas sonrojadas y rastros de agujas de pino sintéticas en el pelo.

Nos entretuvimos adornando el árbol, con la ayuda de los niños y Sue. Carmen nos tomo varias fotografías durante el proceso, estábamos tan divertidos en nuestra propia fiesta que no nos acordamos de que Emmett y Rosalie aun no bajaban de mi despacho.

-Voy a ver a Emmett – le susurre a Bella que tenia un poco de escarcha en la nariz, la abrace y bese.

-Verdad – miro el reloj por sobre mi hombro – llevan más de dos horas ahí.

Me fui por el pasillo, no escuchaba gritos ni nada, pero conociendo a Emmett tenia que ser igual de cuidadoso si no quería encontrarme con una escena que no sacaría de mi cabeza. Toque la puerta y la voz ronca de Emmett me indico que pasara.

-¿Todo bien? – pregunte abriendo la puerta, Rosalie estaba sentada en el sillón secándose las lágrimas y Emmett de espaldas a ella mirando hacia afuera.

-No lo sé aun hermano…  - Emmett se dio la vuelta y su expresión desolada me recordó a mi hace un tiempo atrás.

-Emmett… – susurro Rosalie desde el sillón - ¿Qué quieres que haga?

-Pide disculpas, deja tú puto orgullo de lado.

-Pero si te pedí disculpas – se puso de pie y camino hasta Emmett – yo me equivoque, sé que te fallé, pero te juro que nada paso entre Royce y yo… - las lágrimas cayeron de sus mejillas – lo juro por Emma, por nuestra hija.

-Rosalie, eso es algo que tengo que procesar… fíjate que ese tipo se a encargado de derramar tú reputación por todo NY y dejarme a mi como un maldito cornudo… - Suficiente humillación  tiene mi hermano así que me di la vuelta para salir - ¡No te vayas Edward! Rosalie tiene algo que decirte… - se soltó del abrazo de Rosalie y salió por la puerta, evidentemente desolado.

-Edward… – Rosalie se sentó en el sillón y lloro por largos minutos, acerque una silla para sentarme frente a ella – fui tan tonta…

-Rosalie, yo no te voy a juzgar, los problemas que tengas con Emmett tienen que resolverlos ustedes…

-¿Por qué eres tan noble? ¿Dónde quedo el Edward que se pasaba el mundo por delante? – me miro a los ojos tratando de buscar algo que solo ella sabía.

-Ese hombre ya no existe Rosalie, y aunque pienses lo contrario – levante los hombros indiferente – aprendí de mis errores.

-Pero siempre fuiste tan orgulloso…

-Fui, tienes razón en eso, ¿de que me sirvió? De nada, estuve a punto de perder lo más importante de mi vida, lo que realmente tiene valor… - sus ojos estaban rojos y cristalinos – No fue fácil Rosalie, no es fácil darse cuenta que eres tú el único que destruye tu propia vida.

-Yo tampoco te lo puse fácil… -limpio sus ojos, desmoronando su máscara de autosuficiencia y altivez – ni a ti, ni a Bella… - se tapo la cara con las manos – soy tan egoísta Edward, tan orgullosa… - su voz salía amortiguada por sus manos y sus sollozos.

-¿Qué es lo que sucede Rosalie? – Suspire, viendo a la mujer que nada afecta quebrarse frente  a mis ojos - ¿Qué es lo que tenias que decirme?

-Perdón… - apenas escuche su voz, pero no iba hacer que lo repitiera, ya era bastante que lo reconociera – perdona por todo lo egoísta que he sido, por ponerte una y mil trabas en tu relación con Bella…

-Esta bien Rosalie, pero creo que la que más necesita de tú perdón es Bella, tú comportamiento la ha tenido mal estos días, ella te aprecia y le duele la forma en que confrontas… - tome su mano y la sostuve entre las mías – recuerda Rosalie, somos tú familia, no tus enemigos, cuando yo me di cuenta de esa verdad, cambio mi perspectiva.

-Gracias Edward.

-Ahora lucha por Emmett, si lo amas, nunca bajes los brazos.

Rosalie salió del despacho, un poco más calmada, yo me quede sentado en la silla mirando la nada. La ironía de la vida es que ahora estaba en la posición de contener, de aconsejar y lo más singular es que verdaderamente me interesa, ya no hay indiferencia por lo que le pasa a mi familia, a mis hermanos, mis padres y sobretodo a los niños.

Las luces intermitentes tenían hipnotizados a los niños, sentados frente al árbol cada uno al lado de su mamá, ella los miraba alternadamente disfrutando de sus expresiones. Silencioso me acerque a ellos y me senté en la mesa de centro, tocando el hombro de Bella, ella recargo su cabella en mi mano.

…

Una semana después, Emmett seguía viviendo con nosotros pero estaba más calmado con respecto a Rosalie y su relación. Hoy definitivamente el ambiente festivo llenaba la casa, éramos los anfitriones de la cena de acción de gracia.

-Me subes el cierre por favor – Bella se giro levantando su sedoso cabello y dejando al descubierto su nívea espalda.

-Con gusto – deslice mi dedo por su espalda, antes de llegar a la base del cierre, bese su cuello cuando llegue al final y la tome por la cintura – te juro que disfrutare bajándolo más tarde.

-También yo… - se giro y me beso apasionada – te amo tanto mi amor – la levante del suelo besándola y apoyándola en la pared, subí su vestido hasta la cintura, masajeando sus piernas… - eres una droga – susurro mientras se enrollaba en mi cintura.

-Eres deliciosa amor  - deslice una mano hasta sus braguitas corriéndolas – ¿quieres jugar un ratito? – lamí su oreja esperando su respuesta.

-Así eres muy persuasivo – me deslice en su interior, gimiendo al sentir su suavidad – me encantas Edward – busco mi boca, mientras mi mano se perdía entre sus piernas… nuestros jadeos eran apremiantes, mi erección presa entre mis pantalones, pero en este momento estaba hambriento en su placer.

-¿Te gusta cariño? – mordisquee su labio, dejando que un delicioso gemido se escapara de su boca, intensifique mis movimientos, presionando en el lugar preciso, sintiendo sus estremecimientos y el grito de su orgasmo lo sofoque con mis besos.

-Me fascinas Edward – la baje suavemente, sin dejar de mirarla y me lleve los dedos a la boca, saboreando su miel.

-Deliciosa… - Bella se arregló el vestido y me dio un apretón sugerente en mi erección.

-Después tendrás la venganza…

Bajamos apresurados arreglándonos, aunque no podíamos hacer mucho con las arrugas de nuestra ropa.

La familia y los amigos nos esperaban en el living tomando aperitivos y los niños revoloteando por los sillones.

-Hola familia – nos acercamos a cada uno de los presentes y los amigos.

Tomado de la cintura de Bella, nos acercamos a Emmett que estaba con Emma sentada en sus piernas y apoyada en su hombro. Busque con la mirada a Rosalie y estaba cerca del ventanal mirando a su esposo, con tristeza.

Bella se acercó a Irina que estaba con Lauren tomadas de la mano, la mire alejarse contorneado sus caderas. Tome una copa que uno de los mozos que contrato Bella, para que ninguno de nuestros empleados trabajara de más y disfrutaran de la celebración junto a nosotros.

Llego el momento de sentarnos a la mesa, ya dispuesto estaba un enorme pavo que fue el esfuerzo de las mujeres de la familia. Sentados en la cabecera tome la mano de Bella y me levante con la copa en la mano.

-Quiero proponer un brindis  - mire a todos que estaban tomando sus copas – quiero brindar por las oportunidades de la vida, por la felicidad y las ocasiones que están nos dan – mire a Emmett que tenia fija la mirada en su copa – brindo por mi hermosa mujer y por mis hijos… - Bella se sonrojo – por este mi hogar que esta lleno de vida, y brindo por todos y cada uno de ustedes, que sepan encontrar la felicidad… ¡Salud!

-¡Salud! – todos corearon levantando sus copas, así que me senté, un garzón arrastro una mesa con el pavo hasta mi lado, lo mire extrañado y después a Bella.

-Eres tú el dueño de casa y el anfitrión mi amor – me susurro riendo – tome los utensilios y comencé a cortar la dorada piel del pavo.

Increíblemente, tal como dijo Bella, esto era importante, por primera vez era el anfitrión, el dueño de casa y el patriarca de mi familia.

Cenamos entre conversaciones y risas, anécdotas de la familia y recuerdos familiares. Noah y Nick estaban en el living jugando con unos bloques de lego. Carlie se había quedado dormida en mis brazos, así que la acomode para llevarla a la cama.

Cambie su lindo vestido por un pijama rosado con ositos y Carlie ni se entero, la arrope y antes de salir deje prendido su espanta cuco, cerré la puerta con el corazón hinchado.

Al pie de la escalera estaba sentada Emma mirando a Nick y Noah jugar, cuando llegue a su lado levanto la vista y esbozo una tímida sonrisa.

-¿Cómo esta mi sobrina favorita? – me senté junto a ella abrazándola - ¿muchos novios?

-¡No!... los niños son sucios – bese su cabeza rubia tan parecida a Rosalie – hay unos niños de mi clase que siempre están sudados, me da asco.

-Bueno me alegro que todavía no te guste ninguno – ella se sonrojo y miro a sus primos – seguí su mirada, pero me desvié a la luz del baño de visitas a la entrada del pasillo y vi a Rosalie pararse ahí, viéndome con Emma.

-¿Has hecho tu lista para papá Noel? – me miro con los ojos grandes de la sorpresa.

-Tío, papá Noel no existe – susurro bajito para que sus primos no la escucharan – aunque los niños – apunto con la barbilla – todavía creen en él, así que papá me dijo que debo guardarme el secreto.

-Me parece bien… Entonces hago una nueva pregunta ¿Qué quieres de regalo para la navidad? – me miro con sus lindos ojos azules, y de pronto eran demasiado brillantes.

-Nada, tío – bajo la mirada y se impulso para ponerse de pie.

-¿Qué sucede cariño? – la abrace aun sentado en la escalera

-Es que si, de verdad existiera papá Noel, le pediría que… - me miro y sus lágrimas se aglomeraron en la comisura de sus ojos - …que mis papás no se divorcien, que no dejen de quererse y que papi vuelva a casa – la abrace y se puso a llorar en mi hombro, busque sobre su cabeza a Rosalie que estuvo en toda la escena.

-Todo depende de ti – le dije moviendo los labios y ella asintió enjuagándose las mejillas.

…

Después de las tres de la mañana se fueron mis padres, eran los últimos en irse al termino de la cena, postre y aperitivos. Eleazar y yo terminamos de apagar las luces y nos despedimos hasta nuestros dormitorios respectivos.

Me desabotone la camisa, caminando hasta el baño, repasando todo lo vivido en la tarde, las emociones perfectas de sentirme pleno y feliz y lo triste y desolador en las expresiones de la familia de Emmett, recordé la mirada acuosa de Emma y me sobrecogí nuevamente, pero esperanzado de que el hecho que Emmett se fuera con su familia sea un indicador de que aun  las cosas se pueden solucionar.

Distraído no me percate de que Bella había entrado al baño y estaba extrañamente silenciosa.

-¿Todo bien amor? – me miro y mordió su labio, di dos pasos para liberar su labio.

-Tengo que decirte algo – busque su mirada, estaba nerviosa, comencé a preocuparme

-¿Paso algo malo? – ella comenzó a negar, camino hacia el gabinete bajo el espejo y busco algo.

-Edward, tengo un atraso de cinco días – la mire sin entender que es lo que pasaba, y que era lo que me extendió, fue hasta que lo leí,

-“Test de embarazo”… - susurre y la mire asombrado, Bella se aceró y me abrazo.

-No estoy segura, pero quería que lo hiciéramos juntos…

-¿Hacer que? – estaba nervioso, la posibilidad era demasiado maravillosa.

-El test mi amor… - me lo quito de las manos comenzó a sacarse el vestido, yo me apoye en la encimera mirando lo que hacia, salió del baño y volvió envuelta en su camisola, sin hablar, abrió el sachet del test, lo destapo y se sentó en el váter introdujo entre sus piernas el test y al segundo lo saco y le puso la tapa. - ¿Estas asustado? – pestañee cuando se puso de pie, dejo el test sobre la encimera y se lavo las manos.

-No, no estoy asustado… esto es irreal – la abrace esperanzado en la respuesta de este pequeño pedazo de plástico - ¿Cuánto tiempo se demora esto?

-Tres a cinco minutos – Bella me tomo la mano y me saco del baño, la pare y tome el test con cuidado y lo deje en el velador, mientras Bella se subía a la cama y abrazaba sus piernas.

Me senté a su lado, con la cabeza confusa, un hijo, un niño que disfrutare desde el comienzo, me volví para tomar a mi mujer, deshacer su postura y acariciar su vientre. Bella sonreía incluso aliviada por que estaba reaccionando… mi familia crece, mis hijos… mi esp…  de pronto me quede estático, Bella me miro confundida sintiendo el cambio…

-¿Cásate conmigo? – nos miramos por lo que restaba de minutos y fue Bella la que estiro la mano para alcanzar el test, lo miro por un momento y espere su euforia…

-Negativo – susurro y se puso de pie frente a mi

-¿Negativo? Eso es un “no me quiero casar aun contigo” – Bella agacho la cabeza escondiendo una sonrisa.

-Es negativo para embarazo Edward… - baje la cabeza perdiendo la ilusión por el instante, pero sabia que llegaría en algún momento – y en cuanto al matrimonio, esperemos un poco – me beso y acaricio la mejilla, cerré los ojos apoyándome en su pecho, no queriendo sentir la desazón de su negativa…

-¿Llegara el día? – levanto mi cara apresada entre sus manos.

-Te lo juro, que llegara, para ambas cosas, para ser esposos y nuevamente padres – sus ojos brillaron y me empujo hacia atrás en la cama, la mire confundido y sonrió – tengo una deuda que saldar – tomo su camisón de seda y lo saco por sobre su cabeza, dejando me ver sus hermosos senos…

Nos envolvimos en el deseo, en la danza de nuestra piel desnuda, el calor abrazador del amor y un futuro prometedor. Abrazados en la gloria del placer y el estallido del orgasmo alcanzado, nuestras almas jadeantes susurraron al universo que hay eslabones irrompibles y a pesar de que minutos atrás se desvanecía una ilusión, en este momento se sembraba nuevamente… un suave aleteo de mariposas nuevas.

-¿Sabes? – le pregunté acariciando su espalda desnuda, ella alzo la cabeza para mirarme - pague un alto precio por mis errores y mi obsesión enfermiza por lo destructivo, pero ahora Isabella, tengo más de lo que alguna vez soñé, y eso es amor, el amor de mis padres, de mis hermanos, de mis hijos y el tuyo, que es todo… Amor puro e incondicional.

-Por siempre mi Edward – susurro Bella sobre mi pecho, besándolo después.

-Por siempre mi Isabella- la envolví en mis brazos y ella se acurruco, buscando mi calor.

Fin

“el precio de mi obsesión”

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Estoy emocionada, llego el momento de que esta historia, tan importante para mi llega a su fin, la próxima semana publicare el epilogo.

Mis agradecimientos a todos los que me comentan capítulo a capítulo, a los que desde un principio siguieron mis locuras y a los que se han ido sumando.

Muchas Gracias

Axavenus