Capítulo 13 - Una Nueva Amenaza

Capítulo 13 –  Una Nueva  Amenaza

EPOV

Me baje del Camaro dando la vuelta para abrirle la puerta a Bella que iba conmigo, le pase las llaves al valet para que lo estacionara, mientras Bella miraba  alrededor en la acera del club buscando a mis hermanos.

-Se supone que estarían acá – frunció el ceño mirándome – veníamos detrás de ellos.

-Tranquila Bella, ellos están ahí – le indique tomando su brazo caminando hacia la fila para gente común, donde estaban los cuatro conversando con un tipo que yo no conocía

 Bella se encamino hacía ellos delante de mí… el vestido ceñido que llevaba se levantaba levemente mientras caminaba, sus piernas esbeltas terminaban con unos tacos altos, eso hacía endurecer sus pálidas pantorrillas… debía parar de mirarla o perdería el control nuevamente. Si bien ella actuó como si nada hubiera ocurrido en la casa de Alice, me sigue hablando ya no se muestra tan cercana, y en el auto camino al club se llenó de tensos momentos silenciosos y conversaciones forzadas.

Termine de acercarme a ellos cuando Bella saludo gentilmente al tipo con el que estaban conversando y que tenia de la cintura a Rose.

-Esta no es la forma de entrar… ¿no querías ir al VIP Alice? – le pregunte viendo por sobre la fila de gente común que trataba de entrar al exclusivo lugar.

-¡Claro Edward!... vamos a ir – miro a Jasper - ¿te acuerdas de Benjamín? – Mire al tipo ahora detenidamente - ¡Es el primo de Jazz y Rose! – me acorde de él, claro sus vacaciones las pasaba acá, cuando éramos pequeños.

-Claro- le tendí la mano y el la estrecho - ¿Viaje de placer Benjamín?

-Solo por negocios… aunque ahora vengo a quitarme el estrés ¿Cómo has estado tú Edward?

-Todo bien como siempre, tu sabes los perfeccionistas somos así – nos reímos - ¿vienes con nosotros?

-Claro, voy con unos amigos – miro a sus espaldas a dos tipos que fumaban - ¿no importa?

-No hay problema – tome el brazo de Bella que estaba junto a Alice hacía la entrada VIP del Life. Mire a los dos gorilas que parecían tener mucho más desarrollado el gen de los esteroides que Emmett. Me miraron  y a Bella junto a mí.

-¿Privado Señor Cullen? – sonreí y le tendí un par de billetes de cien

-Vienen conmigo, quiero servicio a la mesa – Dio un paso al costado para que pudiéramos pasar en total los nueve,  por el pasillo con ventanales divisorios donde podías ver lo que pasaba en la pista y el bar de la primera planta. El guardia hablaba hacia el micrófono en su solapa acompañándonos hasta el cordón que bloquea el paso hacía la escalera del VIP.

-Todo listo Sr. Cullen – Corrió el cordón y las chicas pasaron primero y las seguimos de cerca.

La música de fondo  aún era introductora en el salón que entramos es completamente privado según lo solicite sólo se conecta a la pista de baile, si accionamos la apertura.

-Esto es espectacular… - la exclamación Emmett – nunca había estado en este VIP.

-Esta sección es exclusiva, para inversionistas – le comente sentándome en el sillón negro, mire por sobre mi hombro y la mesera se acercó a nosotros desde el bar. Mire a Bella que conversaba con Rose y los amigos de Benjamín.

-Sr. Cullen ¿tomo sus pedidos?

-Por supuesto. Un vodka Gold por favor – asintió con la cabeza y comenzó a tomar los pedidos de los demás. Benjamín se sentó a mi lado.

-Muchos años Edward – Asentí mientras la mesera dejaba mi trago en la mesa – por lo que veo sigues con un gusto excelente enfatizo mirando a Bella– tome el vaso vaciándolo  al seco, levante la mano para que lo refresquen

-Siempre he tenido hermosas mujeres… ¿y tú que haces en NY?

-Tenemos un proyecto de const… - Se interrumpió cuando Alice y Bella se levantaron hacía la pista privada riendo y moviéndose por la música que comenzaba a sonar más fuerte.

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Ahh, enamoramiento, ahhh.

Las mire mientras estaban espalda con espalda, moviéndose en forma sincronizada… cada una con una enorme sonrisa, puse atención a la música y los suaves ahhh introductorios… 

Te veo tirándome un beso.

No se necesita a un científico

Para entender lo que está pasando, amor.

Si ves algo en mi ojo

No lo analicemos de más.

No te metas tanto en esto, amor.

Las risas y abucheos de los chicos mientras ellas cantaban… mire detenidamente a Bella quien disfrutaba sin ninguna vergüenza de la canción, preste atención en la forma que se movía y las miradas que me daba…

Así que deja que sea lo que será.

No armes un escándalo ni te vuelvas loco por ti y por mí.

Esto es lo que haré,

Me relajaré,

No como si tuviéramos una cita con el destino.

Sentí la sangre correr por mi cuerpo, mientras miraba sus níveas piernas contornearse sobre esos tacones…  Alice camino hacía Jasper y  apoyando sus manos en sus piernas para depositar un beso alejándose después... Espere expectante a Bella que hiciera lo mismo conmigo… pero se limitó a seguir cantando la estrofa, moviéndose suavemente.

Es sólo un pequeño enamoramiento (enamoramiento),

No como si me desmayara cada vez que nos tocamos.

Es sólo una cosita (enamoramiento),

No como si todo lo que hago dependiera de ti.

Sha-la-la-la, Sha-la-la-la.

-Es preciosa tu novia Edward… - me volví para mirarlo – es un cumplido no te molestes – me dijo Benjamín  mirándola.

-No es mi novia… - me dije con los dientes apretados – es una amiga – me miró fijamente por un momento, mire a las chicas y era Alice la que cantaba tomada de la cintura de Jasper. ¿Bella?

Está subiéndome la adrenalina.

Estás golpeando sobre un corazón de hojalata.

Por favor no lo hagas demasiado, amor.

Dices la palabra "para siempre".

Eso no es lo que estoy buscando.

A lo único que me puedo comprometer es "quizás".

Me levante y la vi en la barra de nuestro salón sentada en el taburete, jugando con la pajilla de su trago, seguía cantando me miro acercarse y sonrió… dentro de mi sentí un calor muy distinto al calor sexual de hace unos momentos.

No como si me desmayara cada vez que nos tocamos.

Es sólo una cosita (enamoramiento),

No como si todo lo que hago dependiera de ti.

Sha-la-la-la, Sha-la-la-la.

Me senté al lado de ella…. Escuchando su armoniosa voz.

No como si me desmayara cada vez que nos tocamos.

Es sólo una cosita.

No como si todo lo que hago

Dependiera de ti.

-¿De quién es la canción? –

-Jeniffer Paige… Crush – se mordió el labio, mirándome intensamente otra vez, como hace unas horas en la casa de Alice – la cantábamos siempre con Alice, en los karaokes, cuando estábamos en la universidad.

-No pensé que te gustaran estas cosas… - tomo un sorbo de su trago con la pajilla y tuve que posar mis ojos en otro lado para no mirar su boca

-¿Qué quieres decir?...

-Sólo que no pareces de las chicas que disfruta de estas cosas… - Se rio fuerte de mi comentario - ¿Qué? – le pregunte

-Edward Cullen… tú no me conoces… - mordió su labio inferior y sonrió coqueta -  y si soy una chica que disfruta de bailar y de pasar un buen rato…

-Cantas bien – su sonrojo volvió a ella, había estado ausente mientras bailaba y cantaba, volvió mucho más encantador.

Me volví hacía los chicos que accionaron la división de la pista dejando ver las otras zonas del VIP y la cantidad de hombres y mujeres. Las luces bajaron de intensidad y la música subió considerablemente.

Rosalie se acercó a nosotros o más bien hacía Bella.

-Bella… vamos a bailar  - la miro y luego a mí con su ya característico desprecio -  Venimos a disfrutar y bailar – Bella se levantó y sonriendo se fue con Rose, hacía la pista.

-Dame la botella de Vodka – le pedí al barman, me sirvió el vaso y lo tomé vaciándolo de un sorbo.

Tengo dos alternativas pensé. La primera es dejar de hacer el ridículo con Bella, enfrentar mi deseo y forzar sus barreras para lograr lo que quiero… lo segundo es alejarme, tomar el rumbo de las decisiones que he tomado, ser consecuente con mis propios principios y la forma de ver la vida. ¡Maldita sea!... es tan fácil planear todo y tener la estructura de cómo abordarla pero cuando está cerca, todo se desmorona…. Plante el vaso de un golpe en mesón.

Tomé la media botella, y me levante camino al sillón que estaba anteriormente… un par de senos artificiales se cruzaron frente a mí, sonreí... prediciendo el ronroneo de la mujer

-Querido Edward… - mire su linda cara - ha pasado un tiempo que no te veía por acá, deposito un beso en la comisura de mi boca.

-Heidi… - me senté en el sillón y ella me imito, frente a mi estaba Alice en las piernas de Jasper  conversando con uno de los amigos de Benjamín… quise mirar donde estaba Bella, pero la mano de Heidi se movió peligrosamente por mi entrepierna – siempre es un placer volver a verte.

-Has estado muy ocupado últimamente… - hizo un puchero pasando sus dedos por los botones de mi camisa – supe que estas de novio – se acercó a mi oído y susurro – espero que no te olvides de lo bien que la pasamos juntos… podemos divertirnos aun… - se arrastró para quedar más cerca pasando su mano por mi pecho, la seguí con la mirada viendo  la línea de su escote que se perdía en la curvatura de sus costosos senos…

Su corte de su cabello liso y brillante dejaba al aire su cuello sus manos se movieron en mi entrepierna presionando levemente… deje que jugara mientras tomaba la botella vaciando el vodka en un vaso donde las láminas de oro se arremolinaban en el líquido transparente…

Sentí el pinchazo en mi cabeza nuevamente, trate de enfocar la vista sintiendo el movimiento de Heidi y que ponía su pierna sobre mi muslo… pase mi mano por su bronceado muslo…  Mire hacía la pista, a unos seis metros estaba Bella bailando, y de reojo pude ver que era Benjamín… ella se reía con él, no era un baile sexual pero ella disfrutaba bailando y por la cara de él… también lo hacía…  

Entrecerré los ojos cuando las manos de él se ciñeron en estrecha cintura de ella… aparte a Heidi no me importo si fui brusco, no me importaba una mierda Heidi, solo sentí los celos hervir dentro de mí.  Me levante tambaleándome con la vista fija en ellos… 

-¿Bailas conmigo? – le dije tomando su hombro, mirándola a ella y evitándolo a él.

-Edward… estoy bailando con Benjamín… ahora – vi como él se alejó un metro de mí y Bella se giraba para mirarme con el ceño fruncido

-Vamos, ya bailaste con él… somos amigos, tú lo dijiste

-Bella, no te preocupes… baila con Edward – dijo él, yo  sonreí a Bella tomándola de la cintura moviéndome sin esperar que él saliera de la pista

-Eres muy sensual bailando ¿lo sabias? – la mire buscando su mirada

-Estoy molesta contigo… no me gusta que hagas estas cosas - Tome su mentón para poder mirarla

-¿Estas molesta por querer bailar contigo? – mi cabeza comenzaba a dar vueltas nuevamente… deje de bailar y la solté- ¿Sabes?... haz lo que quieras… yo no – Comencé a caminar o tratar de hacerlo dejándola ahí…  sentí su mano tomar mi brazo, trate de zafarme de su agarre chocando con alguien que bailaba…

-No… Edward…  - sentí sus manos  aferrarme de la cintura y después tomar mis brazos para que girara a mirarla

-¿Qué quieres Bella?... ¿seguir jugando? – tome mi cabeza con ambas manos por la punzada maldita que sentí… cerré los ojos y las náuseas arremetieron mi estómago.

-Edward… ¿Qué tienes? –Sentí sus manos en mi cara y después mi frente… la música estaba martillando mis oídos – Estas afiebrado…

-Me voy… - Me deslice de sus manos y camine hacía la salida, sentí sus taconeos detrás de mí… me pare en la altura de la escalinata para bajar por el mareo, odio sentirme débil... ¡Maldito vodka!

-Te llevare… no estás en condiciones de manejar Edward… -Me ayudo a bajar la escalera.

Una vez fuera el aire helado me ayudo a despejarme un poco…

-¿tienes el ticket del valet? – me pegunto me pase las manos  por la cara, sin responderle -  ¿Edward? – sus manos comenzaron a registrar mi chaqueta… ¿bolsillo trasero?  Sonreí – ¡no te voy a registrar más! – ¿me grito?... ¿me grito?... vi su rostro enojado y reaccione… revise mi bolsillo sacando el ticket.

-Toma – se lo entregue y lo tomo evidentemente molesta.

Esperamos que llegaran con mi auto, su pie golpeaba rítmicamente en la acera. Cuando el valet se detuvo frente a nosotros camine a tropezones para entrar al auto…

-¿Dónde crees que vas Cullen? –el valet le entrego las llaves – entra al maldito auto Edward… no estás en condiciones de conducir – si no me sintiera como el infierno habría disfrutado mucho de esta pequeña fiera…

Me senté en el asiento de copiloto descansando mi cabeza en el respaldo de cuero, creo que nunca había estado de copiloto de mi Camaro, era el auto que siempre conducía yo. Eleazar jamás lo ha conducido y ahora entre las ondas de dolor y el amargo sabor en mi garganta veía a Bella manejar con agilidad, extendí mi mano para tocar su mejilla, ella entre cerro los ojos y me miro.

-¿Dónde te llevo? – baje el brazo volviéndome hacia la ventana tratando de enfocarme

-A mi casa…

-¿y dónde queda tu casa? – me volví a mirarla pero tuve que cerrar los ojos. Ahora los sentía como si tuviera pequeños vidrios…

- Midtwon con la cincuenta y siete… - le dije tomando mi cabeza con ambas manos – segundo edificio… el tercer nivel de estacionamientos es mío.

No sé si me quede dormido o entre en la inconciencia… sentí el frio entrar por mi costado derecho haciéndome tiritar.

-Edward… - sentí un suspiro de frustración y luego unos delgados brazos tratando de moverme – por favor eres muy grande para cargarte – abrí los ojos enfocándome en los maravillosos ojos chocolates que tenía muy cerca, me removí mirando a mí alrededor, estaba en mi estacionamiento – ¡Si no sales te dejo acá y me voy Edward! – la vi erguirse  para darme el paso. Salí lentamente del auto, el dolor de cabeza me estaba matando lentamente… el duro golpe de la puerta envió nuevas oleadas de dolor a mi lóbulo frontal.

Camine tambaleante hacia el ascensor, los delicados brazos de Bella me rodearon la cintura para tratar de sostenerme, entramos al ascensor los ojos me dolían por la blanquecina luz del cubículo, apreté el 6 inclinándome vergonzosamente para adelante… la mire en ese momento y vi que estaba con su celular en la mano buscando algo, se lo acerco a la oreja.

-¡Jazz!... no, no te preocupes estoy bien… ¡no podía responderte!… Si estoy con él… - me miro en ese momento – si volveré a casa… no vengas, lo manejare yo… me lo debe no te preocupes – frunció el ceño mirándome – si adiós.

Las puertas del ascensor se abrieron y avance sin decirle nada… no me sentía capaz de caminar y hablar…  me pare junto a mi puerta enfocándome en la llave digital al costado…

-6..8..1..4…¿4? no otra vez dije en voz alta – 6… 8..1…4…7 – la puerta se abrió y sonreí, sentí que Bella bufaba a mi lado y nuevamente me ayudo a entrar, no me dijo nada solo avanzamos por el pasillo… -necesito mi cama – rezongué.

-¡Claro!... – la ironía me causo gracia y trate de sonreír - ¿Dónde demonios está tu dormitorio? – estábamos en la sala… me senté en el gran sillón de cuero, incapaz de avanzar más por el momento, cerré los ojos no sé si fueron minutos o horas…

El frio que sentí en mi frente me hizo removerme, abrí los ojos lentamente, estaba en el sillón aún, frente a mi rostro estaba ella hermosa como siempre, pero con una expresión de preocupación… quise hablarle pero mi garganta ardía.

-Estas afiebrado… no encontré un termómetro pero parece que es alta – dejo el paño húmedo en mi frente y sentí que tocaba mis pies, mi camisa estaba abierta pero aun la sentía pegada en mi espalda por el sudor supongo…

-Me duele la garganta – le dije con voz rasposa… ella acaricio delicadamente mi rostro esbozando una sonrisa, trague haciendo un gesto de dolor, sentí en el fondo de mi boca la inflamación, se levantó del suelo que estaba sentada y me paso ambas manos por mi cuello debajo de las orejas, con expresión concentrada… adore su rostro, su delicadeza… demasiado pronto sus dedos me dejaron…

-Estas con una inflamación, deben ser las amígdalas… ¿Cómo sobreviven las bacterias a casi una botella de vodka? – Pregunto más para ella que para mí… - ¿puedes levantarte?... creo que debes ir a la cama para que descanses.

-Sí, creo que es mejor… mire la hora en mi reloj ¿las cuatro de la mañana? –mmm… ¿Cuánto dormí? – me senté en el sillón y mis zapatos no estaban en mis pies, mi camisa colgaba abierta y el paño húmedo en mi cabeza cayó al suelo. - ¿Por qué estoy así? –

-Tenías la fiebre muy alta… te  desarrope para que bajara – nunca antes había visto su sonrojo tan evidente…

-Eres adorable Bella… - modio su labio y su rosado paso a un rojo furioso, se alejó rápidamente la seguí y vi que iba a la cocina.

Entre detrás de ella y tome su brazo. Giro pero miro hacia abajo… a mi pecho semidesnudo por un momento.

-No te avergüences… lo que haces es adorable de verdad Bella.

-Debes… ir a dormir… descansar – camino hasta el lavaplatos  y tomo un  vaso… ¿quieres agua? – camine hacia el refrigerador y saque una botella de agua, la abrí y vertí parte del contenido en el vaso que ella me ofrecía para que ella tomara y yo finalmente tome desde la misma botella maravillándome por el alivio refrescante.

-Voy a acostarme… - vi lo incomoda que se sentía

-Me voy entonces… ¿puedo llevare tu auto?

-No te vayas… ¿podrías quedarte conmigo? – por favor necesito que estés conmigo rogué en mi interior

-No Edward, lo siento no es lo mejor…

Salí de la cocina, furioso con la cabeza abombada, me metí en mi dormitorio entrando en el baño... moje mi cara y termine de desvestirme para meterme en la cama… ¿rogarla?... jamás necesite de nadie a mi alrededor porque ahora tengo que rogarle… Salí del baño con mis pantalones de dormir y me metí a la cama… la cabeza nuevamente me dolía… tenía tanta rabia… ¿Qué mierda hace ella en mí? Cerré los ojos fuertemente, es esta maldita fiebre que me hace sentirme como la mierda… vulnerable… me encandile con su cuidado. ¿Por qué siento que ella hace esto premeditadamente?

-Edward – susurró suavemente a mi lado – abrí los ojos la luz del día traspasaba las cortinas, me acomode hacía el costado de dónde provenía su voz ¿estaba soñando? – Edward… cariño – me enfoque y di sus níveas rodillas apoyadas en la cama, ella estaba ahí…  su mano acariciaba mi cabello

-¿Bella?...- mi voz era más rasposa que anoche – no te fuiste…

-No pude irme y dejarte así… - suspiro acariciando mi cabellos - ¿tienes hambre?... prepare el desayuno.

-Gracias… por todo Bella, me siento mejor y todo gracias a ti – sonrió levemente bajándose de la cama. Me incorpore y vi que ella estaba descalza ¿Dónde durmió?... ¿durmió?

Me puse una camiseta y la seguí a la cocina, tenía dispuestas las tazas para ambos y el café preparado… mire la hora en el panel digital y eran las 10 de la mañana… ¿dormí 6 horas? Me senté en el taburete en la mesa de la cocina mirándola, tenía su vestido arrugado, se había trenzado el pelo hacía un lado… no llevaba su inmovilizador.

-¿Dónde dormiste? – le pregunte enternecido por sus atenciones, un suave y tranquilizador  calor se instaló en mi pecho.

-En el sillón… dormí algo -se giró para un recipiente con huevos recién hechos y se volvió a poner pan en la mesa.

-Discúlpame Bella, por ser un bruto… no me preocupe por ti y tu haz sido tan dulce… - me acerque a ella y deposite un beso en su frente – eres un ángel.

-Edward… creo que debemos hablar – la mire confundido – me volví para sentarme a su lado mientras ella servía el café en nuestras tazas.

-Dime de que quieres hablar – la inste mientras untaba el huevo en mi pan – suspiro profundamente, cerrando los ojos.

-Me gustas...  Me siento muy atraída por ti – mordió su labio inferior pero no bajo la mirada… me tomo un momento procesar lo que me decía, al ver que no respondía continuo – pero no es lo correcto… tú tienes una relación yo estoy saliendo de un enfermizo matrimonio….

-Bella… - la interrumpí sintiendo el fuego de la victoria en mis venas – tome su rostro y bese sus labios suavemente, cerrando los ojos maravillándome por la sedosidad de ellos – tu igual me gustas, me fascinas… jamás conocí a alguien como tú, le dije sobre su boca… volví a besarla… pase con suavidad la lengua por sus labios… implorando porque me dejara entrar, sentir la textura de su lengua, el sabor de su saliva… pero el sueño y el deseo fue demasiado para la jodida realidad…  me quede estático viendo como salía corriendo de la cocina… sin poder moverme por mi idiotez hasta que sentí la puerta principal cerrarse con fuerza a pude salir de mi letargo.

Camine hacía la sala con el escozor carcomiendo mi interior… sobre el sillón estaba mi chaqueta, la tome y sentí su perfume… la acerque olerla… era ella. ¿Cómo pude ser tan idiota?... me cuido, se preocupó por mí… no le importó que sea un maldito… durmió en mi sillón arropándose con mi chaqueta… y el imbécil que soy no fue capaz de controlase, de dejar que ella terminara de decirme lo que  quería, solo pensé en mi… en mi deseo, en mi anhelo… en tenerla conmigo, que sea para mí. Me hundí en la miseria al darme cuenta… que por primera vez en mi vida… no soy merecedor de alguien.

Recapitule todos “nuestros”  momentos la forma correcta que ella ha sido conmigo, lo leal, sincera y honesta que ha sido… lo valiente en enfrentarme y decir lo que siente por mí… ¿puedo ser así para ella? La respuesta es clara… ¡no! Ella es perfecta, deliciosamente perfecta…

Ella es inalcanzable para mí, no porque no pueda tenerla… sino porque al tenerla a mi lado dejo de ser quien soy… Ella es una amenaza para lo que he construido, para lo que me he convertido, para lo que tengo. Aunque me muera y retuerza de deseo por ella, no puedo dejarme llevar.

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¡¡¡Quiero saber que les ha parecido, porque este capitulo es muy importante para la historia... de acá se definen muchas cosas así que espero sus comentarios!!!

También aprovecho para dedicar mis palabras de afecto y mucho cariño a mi queridisima amiga Rocío, quien me apoya y ayuda en esta locura, quiero felicitarla por su talento, por la entrega y pasión con que escribe Infinito, me permito decir que le guardo mucho afecto a la historia por ser maravillosa y porque por medio de esta conocí a una gran mujer... amiga se que queda poquito para que termine la historia, pero tu mente es gloriosa y pronto nos tendrás llena de ilusiones y ansiosas por tus creaciones. 


Gracias por su apoyo y palabras de cariño... es muy bueno para mi, me inspiran de verdad.


Un beso para todas.... 

Cariños

Axavenus