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Disclaimer

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Los Personajes de esta historia no me pertenecen. Son propiedad de Stephenie Meyer, autora y creadora de la Saga Crepúsculo.

La trama y el desarrollo de los personajes son mi propiedad.

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8 de junio de 2011

Capítulo 11 - Nuevas Caretas





Capítulo 11 -  Nuevas Caretas
EPOV



-... Bella me dijo que tú y yo nos parecemos más de lo que imaginaba. ¿Qué opinas de eso?

-Creo que es verdad, Edward… nos parecemos en varios aspectos, pero la brecha que nos diferencia es mucho más amplia que las similitudes – tomo la copa de vino blanco y por sobre el borde sus ojos verdes se clavaron en mí.

-¿diferencias?... – corte el trozo de salmón y lo deguste - ¿buenas o malas?...

-Eres encantador cuando te lo propones Edward… pero nuestra mayor diferencia es que eres demasiado egocéntrico y no lo digo para que te molestes, sino para que puedas mejorar – me apunto con el dedo  y alzo una ceja– una crítica constructiva – soltó con ironía


-Me gusta como soy, y si esa es la diferencia que tenemos, no es algo que me quite el sueño. Lo que soy hoy en día es sólo gracias a mis esfuerzos y sacrificios – extendió la mano hasta tomar la mía sobre la mesa


-Eso lo sé hermano, en la familia estamos orgullosos de tus logros, de que cumplas tus sueños… pero a veces sentimos que pierdes el norte… - le solté la mano – no te molestes Edward, te amo hermano por eso me preocupo por ti.


-¿te conto Bella que somos amigos ahora? – seguí comiendo mientras esperaba la respuesta, ella asintió con la cabeza 


-Sí, de verdad estaba muy agradecida por tu preocupación – se limpió la boca con la servilleta para sacar algo de la cartera – de hecho me pidió que te entregara esto – mire el papel doblado que me extendió Alice y lo tome guardándolo en mi bolsillo.


-Gracias Alice, sé que tu no apruebas mi amistad con Bella…


-No es eso Edward, la verdad es que más que nada me sorprende, ella ayer te defendió cuando le dije que… - dudo - bueno en fin…  ella es una buena mujer, su vida no ha sido fácil y sé que si ella te está dando esta oportunidad es porque de verdad ganaste su confianza de alguna forma. Cuando ella da confianza lo hace al cien por ciento... pero lo hace una sola vez, por eso debes ser cuidadoso.  


-No dudes que la cuidare… tampoco soy un hombre que toma decisiones apresuradas, tú lo sabes – sus delicados dedos perfilaron el borde de la copa


-Eso es lo que me preocupa… - nuevamente dudo si hablar o no - ¿puedo preguntarte algo? – volvió a su plato esperando mi respuesta


-Claro Alice, dime lo que te inquieta.


-Edward, tu eres un hombre que no toma a la ligera ninguna de las cosas que hace, desde pequeño has sido igual. Por eso me siento un poco intrigada con respecto a Leah ¿es verdadera tu relación con ella?...


-Alice, es verdad… mi relación con ella es formal. De hecho hace unas semanas que vive conmigo


-¿Conviven?... ¿Cómo la soportas? – Me reí por su comentario cuando en realidad debió molestarme – perdona, es tú novia… pero no puedo guardarme que es una mujer… por decirlo de alguna manera… especial – frunció el ceño lo cual me hizo reír un poco más


-Se cómo es Leah… su personalidad es especial como dices… pero es lo que quiero para formar mi familia – se sobre salto y soltó un pequeño chillido - ¿estás bien Alice?


-¿formar una familia?... ¿con esa pe… con Leah?


-Así es Alice, me voy a casar con ella. Que es lo que te extraña, ustedes tienen sus familias, ¿Por qué no puedo formar la mía?


-Claro que puedes hacerlo, Edward… bueno creo… que te felicito.


-Gracias Alice, para mi es importante que puedan dar cabida a Leah en nuestra familia, sé que ustedes son muy cerrados con respecto en su propio circulo… pero ella será mi esposa y agradecería pudieran ser una poco más amables.


-Claro, tienes razón. No te niego que me desconcierta pero si es tu elección… tu felicidad es la nuestra. – mientras tomaba la mano de mi hermana vibro mi BlackBerry mire extrañado porque era un mensaje de Ángela, lo revise mientras retiraban nuestros platos.


-Alice, me acaba de llegar un mensaje de Ángela, confirmando la hora de arribo de Black hoy a las 6 de la tarde. ¿Él sabe que Bella está contigo?


-No lo creo, pero lo deducirá, es a mí a quien llamo para… - frunció el ceño - en realidad creo que ira a mi casa si no la encuentra en el departamento.


-¿podrás sobrellevarlo?...


-Claro, a esa hora Jasper ya estará en casa – reflexiono un momento – le pediré a Bella que te llame si Jacob va a mi casa ¿te parece?


-Eso sería perfecto… no hablare con Black hasta mañana en la tarde así que me dejaría mucho más tranquilo al saber que Bella estará bien.


-Eres un buen hombre Edward… la forma en que te preocupas por ella es tan noble… tendré que decírselo a mamá, ella va a llorar de  emoción.


-Alice, ¿no crees que exageras?... sólo hago lo que siento – sus cejas se juntaron y bajo la mirada hasta sus manos


-Perdónanos Edward, por favor a todos – la mire extrañado por el cambio de la conversación


-¿Qué tengo que perdonarles?


-Por dejarte de lado… Cuando volviste de Europa hace unos siete años llegaste tan distinto… te encerraste en ti mismo y nosotros te dejamos ser… ahora siento que me he perdido tantos años contigo – su reflexión cayo hondo en mí, porque en realidad nunca me he detenido a pensar en los años que he estado enfocado en lograr lo que tengo


-No hay nada que perdonar… son mi familia y si hemos estado distanciados he sido yo quien lo ha preferido así… - me apretó la mano sobre la mesa


-Ahora será distinto Edward, podemos recuperar el tiempo… hay tantas cosas que podemos hacer justos – se acomodó en la silla y sus ojos brillaron con mucha intensidad – Te cuento que con Jasper estamos intentando tener hijos,  espero poder embarazarme  pronto y quiero a todos mis hermanos para consentir a sus sobrinos.


-Así será hermana… nuestros hijos se criaran juntos como lo hicimos nosotros.


El almuerzo con Alice fue reconfortante de alguna forma… tal como ella dijo no me había dado cuenta la distancia en que nos encontrábamos como hermanos… cosas del destino que mi deseo por Isabella, sea el conector para retomar la relación con ellos… en definitiva esta mujer tiene un magnetismo que ni ella es consciente, su dulzura y delicadeza la hacen enigmática, nunca en mi vida había conocido alguien como ella…


En los años que estuve en Londres, estudiando y conociendo la vida real, encontré el balance del placer carnal con lo que ambicionas… aprendí que el sexo es un arma que cuando la sabes usar puede darte lo que quieras… lo que me enseño la experiencia a posterior es que para lograr, lo que deseas o a quien deseas debes tomarte el tiempo para salir victorioso. Eso es lo que quiero con Bella, paso a paso, para poder disfrutar en plenitud de su dulzura, de su calor, de su cuerpo.


Entre al penthouse  soltándome la corbata. Al parecer Leah aún no llegaba de la oficina. Camine directo a mi estudio, trabajaría desde acá por un rato más.  Apoye mi maletín en la silla frente a mi escritorio y me comencé a sacar la chaqueta cuando recordé el mensaje de Bella, me apresure a sacarlo y sonreí al abrirlo…


Querido Amigo:
Como todos los nuevos amigos del Siglo XXI, debemos tener que tener la forma de comunicarnos, olvide pedirte tu número de celular… pero te dejo mi email para que nos comuniquemos… cuando puedas me escribes.
Nuevamente gracias por tu preocupación…
Tu nueva amiga
Bella




Saque la laptop, para escribirle un correo de respuesta… de verdad esta mujer es impredecible. Abrí mi correo un poco nervioso por la sensación en mi pecho… escribí su correo para responderle y por primera vez en mi vida, no sabía que corresponder… ¿mensaje recibido?... ¿ok estamos en contacto?... demonios, me lleve la mano al pelo totalmente frustrado  ¿Qué poder tiene Bella sobre mí? Después de varios minutos en blanco le respondí…




Bella,
Grata sorpresa tu mensaje. Te envió mi número de celular me puedes llamar por cualquier cosa que necesites.
Prométeme que me llamaras si algo sale mal hoy.
Edward Cullen



Apague la laptop y salí de mi despacho, entre en la cocina donde Carmen preparaba la cena.


-Carmen, buenas tardes.


-Buenas tardes, Sr. Cullen.


-¿Cómo te fue con mi encargo? – abrí el refrigerador  para sacar una botella de agua.


-La Srta. Leah me los dejo para que los botara – me tendió una bolsa ziploc con un set de parches, los tome  y me di la vuelta.


-Estaré en la corredora
Fui a mi dormitorio para ponerme la ropa de deporte y salí tomando el ascensor hasta el piso superior donde está la sala de ejercicios, conecte el ipod, tome una toalla del estante y me subí a la trotadora.


Necesitaba dejar la presión del trabajo, descansar mi mente de Bella aunque sea por un momento. Mis pies seguían el ritmo constante de la cinta, los músculos  tensándose, la contracción de mis tendones por el esfuerzo, la potencia de mi cuerpo y el sudor  que comenzaba a cubrir  mi pecho y la necesidad de seguir y seguir esforzando mi cuerpo hasta el límite es gratificante, después de correr aproximado 12 kilómetros en 45 minutos.


Tome la toalla y seque mi rostro mirando alrededor  los otros propietarios que se ejercitaban, camine por el gimnasio hacía la salida para darme una ducha.


Cuando entre en la habitación Leah estaba sacándose los tacones evidenciando que recién llegaba del trabajo.


-¿Quieres darte una ducha conmigo? – le pregunté, se levantó sacando la blusa gris de la ajustada falda mientras caminaba  hacia mí.


-Siempre quiero… ¿me terminas de desnudar? – sus manos fueron hacia el primer botón de su blusa y sensualmente lo soltó, tome sus manos para continuar con la tarea, uno a uno solté sus botones, pasando las manos por el nacimiento de sus senos, llegue al centro donde un broche delantero salto a la presión de mis dedos, liberando su pechos para mí… Leah arqueo la espalda, mientras bajaba por sus hombros la blusa y el sujetador – Edward me vuelves loca – sonreí por su comentario y la di vuelta con firmeza para bajar el cierre, empujando su espalda hacia adelante le deslice la falda por sus piernas hasta que quedo en el suelo dejándola sola con una pequeña tanga de encajes… pase los dedos por los tirantes de esta mientras la cabeza de Leah caía entre sus hombros y jadeaba.


-Vamos al agua… te quiero ahí, le susurre al odio tomando su cuello para apoyarla en mi pecho.


Obediente camino frente a mi meneando las caderas acciono la ducha mientras me sacaba la camiseta por sobre mi cabeza y ella se terminaba de anudar el cabello… mis pantalones deportivos cayeron al suelo y me metí en la ducha con ella…


-¡Lávame Leah!… - ella jadeo mientras tomaba la esponja y el jabón, haciendo espuma, paso delicadamente a enjabonarme el pecho y mis brazos – ¿quieres que te lave a ti preciosa? – un jadeo más fuerte que el anterior salió de su boca, la tome para besarla y distribuir el jabón por su rojiza piel.


-Edward… por favor, te necesito – la di vuelta para enjabonar su espalda, mientras la lluvia de la ducha iba limpiando el rastro del jabón… -  te necesito…


-¿Sabes lo que quiero?...  ¿quiero algo de ti?...


-¿Qué quieres Edward? – Ronroneo tratando de dar la vuelta y se lo impedí – pídeme lo que quieras… pero entra en mí.


-Lo que quiero Leah… es que  mañana convenzas  al médico que mueres por tener un hijo… y que no has podido por mucho tiempo, que necesitas su ayuda para concebir… tu premio será muy gratificante si haces lo que te pido.


-Si lo hare Edward… - apoyo sus manos en la pared de azulejos y curvo su espalda ofreciéndome su cuerpo – por favor… te necesito dentro de mi… ahora – meneo sus  caderas para rozar mi erección, por lo cual gruñí de placer


-Te complazco y me complaces… - sin más aviso que tomar sus caderas me adentre en ella en una estocada por lo que arqueo su espalda a mi pecho y jadeo rápidamente siguiendo el ritmo de mis movimientos con el suave toque del agua entre nuestros cuerpos.


Ya vestidos salimos del dormitorio hacía el comedor para la cena, deje a Leah sentada  en la mesa mientras  Carmen servía la cena, fui al estudio a buscar mi BlackBerry  por si Bella llamaba como le pedí. Me senté a la cabecera de la mesa, donde estaba mi plato.


-Mañana nos iremos con Eleazar desde acá para ir al ginecólogo.


-ok… me parece perfecto, así podemos descansar juntos un poco más… ¿te parece si vemos una película? – Sus ojos grises brillaron mientras su pie subía por mi pierna – ¿Qué me dices?


-Por mi está bien… pero estoy esperando una llamada importante – mire mi reloj comprobando que ya eran cerca de las ocho de la noche y no sabía nada de Bella.


-Cielo no hablemos de trabajo mientras comemos…
Durante la cena contemplaba a Leah  que me hablaba de cosas sin importancia y le respondía con monosílabos…  comencé a analizarla, ella es una loba fuerte y decidida, llena de pasión y claro que sabe jugar con el deseo… por un momento me vi reflejado en sus pretensiones y ambiciones, el juego al límite por lograr lo que desea… ¿no es eso lo que me gusto de ella? ¿Es lo que la hizo perfecta para mi deseo de familia? 


La vibración de mi BlackBerry me saco de las cavilaciones, comprobé el número y era desconocido, me levante y me fui al despacho mientras contestaba.


-Aló


-¿Edward?... –Sonreí era la suave y delicada voz de Bella…  - respire profundo


-Sí, Bella… ¿estás bien? – el silencio se extendió por unos minutos y comencé a caminar en círculos  -¿Bella estas bien?


-Edward… - un amortiguado sollozo se escuchó – perdona por preocuparte… sólo quería que te quedaras tranquilo.


-Bella, voy a buscarte… salgamos a tomar algo, hablemos por favor - ¿por favor?... ¿Cullen rogando por una mujer? - ¿Qué me dices?


-No quiero molestarte… Edward… - El silencio, maldito silencio…. - ¿no se molestara Leah?


-No… espérame voy enseguida  a buscarte donde Alice…


-¡No!... juntémonos  en el café París... ¿puedes verdad?... si no  puedes no importa.
-Se dónde queda, nos vemos en el café en 20 minutos
-Gracias Edward… te espero acá. – corto la llamada.
¡Dios... su voz!… juro que si le hizo algo más ese hijo de puta me las va a pagar.


Salí prácticamente corriendo para ir a busca mi chaqueta y las llaves del Camaro. Leah se interpuso y me miro confundida


-Creí que  veríamos una película Edward


-Lo siento pero tengo algo importante que hacer –la triste voz de Bella, se repetía una y otra vez en mi cabeza, tome sus hombros para moverla de la puerta de la habitación y salir.


-¿A quién vas a ver? – Me di vuelta solo para mirarla y no le respondí - ¿alguien que conozco? - insistió


-Leah, no me saques de mis casillas… - Camine por el pasillo hasta la salida  del penthouse, sintiendo como me seguía – ¡Leah, déjame en paz! nunca he dado explicaciones y tú no serás la primera


-Está bien – dijo subiendo las manos sobre la cabeza en señal de rendición – Solo espero que no sea la mosca muerta de Isabella… 


-¿Cómo?.... ¿Qué dijiste?


-Solo que me recordaste… a “alguien”… que salía corriendo cada vez que  “alguien” lo llamaba – dijo eso dando la vuelta hacia la sala por el pasillo.


Tome la manilla para salir y llame el ascensor… ¿alguien?... maldita… puede parecer todo lo superficial que puede ser, pero es una perra muy inteligente… que lastima que la ambición supera la agudeza mental.


Abrí la puerta del café París… recorrí con la vista el cálido y aromático lugar lleno de mesas y gente conversando.


Ahí mirando fijamente al ventanal estaba Bella hablando por celular, en su mesa un gran tazón humeante… me acerque colocándome frente a ella, mirándola de frente me di cuenta que tenía una pierna doblada  y la rodilla sobresalía por la mesa, me senté  a su lado en el cómodo asiento doble. Ella me miró fijamente, despidiéndose de la persona con quien hablaba y colgó.


-Hola… - me dijo mordiendo  su labio inferior, casi sin contenerme me acerque a ella y acune su mejilla y con el pulgar solté su labio… si seguía mordiéndolo me abalanzaría sobre su boca, la que no podía dejar de mirar.


-Hola Bella… ¿Cómo estás? – baje mi mano lentamente hacia su cuello para retirar delicadamente su suave cabello hacía atrás, ella cerro los ojos por un momento y el estremecimiento en mi pecho me hizo sentir poderoso. Me vi demasiado tentado en hundir mi nariz en su cuello…  Cullen, lento recuerda, lento… recién estas ganando terreno.


-Estoy confundida… -dudo - no pensé que sería tan difícil esto… - me acerque más a ella y la abrace dejando su cabeza sobre mi pecho.


-¿Te fue a ver? – Reprimí la oleada de rabia que crecía – ¿se puso violento?...  – levanto su barbilla hacia mí y se puso derecha para mirarme.


-No… me llamo al celular y no quise responderle… entonces llamo al celular de Alice y ella le dijo que estaba con ella, y si quería hablar conmigo debía ser con mi abogado al lado… es decir con Jasper – bajo la mirada  y luego a la mesa tomando la taza con cuidado con su mano buena - ¿quieres café?


-Estoy bien… Bella ¿Qué ocurrió? – Me miro y levemente sonrió – ten confianza en mí…


-Edward, no soporte estar en la casa de Alice, pensando que el vendría y yo estar aterrada… yo no soy así… nosotros no éramos así, quizás no existía amor pero nos queríamos, éramos muy unidos – cristalinas lágrimas cayeron por sus mejillas y las limpio bruscamente con la manga de su sweater, como si le molestara la debilidad que mostraban – es terrible cuando alguien a quien quieres se vuelve un extraño…  no lo soporte tuve que salir


-¿Entonces no has hablado con él?


-No, recién hable con Alice para que se quedara tranquila… Jacob me ha llamado cada una hora… apague el celular. ¿Disculpa por hacerte venir para acá?


-No es ningún problema Bella, cuando me necesites me llamas – me miro con tanta intensidad  que no me di cuenta cuando su pequeña y delicada mano toco mi mejilla y la corriente eléctrica me atravesó, tuve que cerrar los ojos para retenerla.


-Eres muy dulce, Edward… de verdad eres un gran amigo


-Bella – le dije aun con los ojos cerrados – sólo tú lo logras – la mire y sus achocolatados ojos brillaban con intensidad, bajo su mano y levemente se sonrojo.


-Creo que debería irme – tomo su chaqueta que estaba al otro lado del asiento


-No… aun no te vayas. Prometo ir a dejarte a casa de Alice – Tome su mano enyesada y acaricie sus delgados dedos. Ella volvió a mirarme  - ¿Cuándo te sacan el yeso?


-El viernes, y será un alivio… pero me pondrán un inmovilizador removible – observaba sus delicadas facciones mientras me contaba de su fractura - ¿Estás seguro que no tendrás problemas con Leah?


-No, ya te dije que ella no hará ningún problema… No tienes que preocuparte


-Te pregunto porque se nota que es celosa…


-¿Quieres caminar un poco?...  – la interrumpí antes que quiera cuestionarme sobre mi relación con Leah… ella no tiene por qué saber que es simplemente un acuerdo y si Leah esta celosa me da lo mismo.


-¿A dónde iremos a esta hora? – sus ojos se agrandaron por la sorpresa y la curiosidad.


-Bella… estamos en NY… la ciudad que nunca duerme.


Nos levantamos y salimos del café para caminar y disfrutar de la compañía… tome su mano y caminamos por la avenida mirando las vitrinas, hablando de trivialidades… de sus libros de cuentos, de los casos más complicados que he sacado adelante en la firma… de lo patosa que era y la vergüenza que eso le causa, la escuche reír mientras me relataba como conoció a Alice que peleaba en una tienda de Seattle con otra mujer por una blusa Armani… me encontré a mí mismo relatando cosas de mi niñez con Emmett y Alice.


-Gracias Edward… - se volvió a abrir la puerta del automóvil a la entrada de la casa de Alice – gracias por todo – Salí del auto antes que ella se deslizara, no quería alejarme de ella.


-No tienes que agradecerme… esto ha sido – perfecto, magnifico pensé- muy bueno… - salió finalmente del coche y cerró la puerta tras ella y se apoyó. Me acerque tomando su barbilla, sus mejillas se arrebolaron y percibí el cambio  de su respiración.


-Edward, debo entrar… - me dijo mirándome a los ojos, pero sin salir de mi agarre – ya es tarde.


-Tienes razón, debó irme – tracé  la forma delicada de su mandíbula con la yema de mis dedos, y me aleje dándole espacio para que caminara hacia la puerta – debes entrar Bella…


-Buenas noches Edward y nuevamente gracias – Se acercó a mí y beso mi mejilla quedándose unos segundos. Cuando iba a tomar su cintura sin contenerme para besarla, ella se alejó y subió los escalones… con las llaves en la puerta me miro y entro a la casa cerrándola.


Di la vuelta por la gravilla de la casa de mi hermana y accione el botón del portón eléctrico para salir, con mi choche dejando a Bella segura y tranquila en casa de Alice.


Maneje por varias minutos o horas antes de  estacionar en el edificio de mi casa. Me quede en el estacionamiento envuelto en la bruma de las emociones que esta mujer provoca en mí.


Debo reconocer que Alice tiene razón cuando ella da confianza cree ciegamente en las personas… pude entender sin mayor inconveniente porque mi cuñado se comporta de esa manera con ella, su personalidad es enigmática, contradictoria, pero jodidamente atractiva.


Entre en el dormitorio donde Leah  dormía… la mire por un momento y el arrepentimiento de las decisiones que he tomado pincho mi costado. Anhele en ese momento que en esa cama estuviera otra mujer… Que todo el consuelo y contención que le brinde en ese café, hubiera terminado acá… y por primera vez desde que la conocí no fue un pensamiento sexual…  es sólo el deseo de cobijarla, de ser su soporte. Pero soy un hombre de palabra y de ideas claras… Leah será mi esposa y la madre de mis hijos porque así lo decidí…


Me acosté al lado de Leah. Cerré los ojos y la volví a sentir frágil y delicada en mis brazos… ¿Cuánto tiempo pasara para que la tenga realmente?  Por el momento me conformo con esto, lo que ella me está entregando sinceramente…


-Eres muy dulce, Edward… de verdad eres un gran amigo
-Bella – le dije aun con los ojos cerrados – sólo tú lo logras.


Que verdaderas esas palabras… con ella soy un maldito e imbécil cachorro. Cuando me di cuenta de ello, mi corazón comenzó a palpitar desaforado, mi sentido de supervivencia me hizo abrir los ojos de golpe y sentarme en la cama… ¿Qué estoy sintiendo por ella?  Mire a Leah a mi lado… dormía plácidamente con un hermoso camisón gris. Estire mi mano para tocarla, quise tomarla, saciarme de ella para sacar esta sensación dentro de mí ¿será esa la solución?


Me levante al baño, prendí la luz. Camine dando vueltas y me senté en la orilla del jacuzzi… ¿Qué demonios es esto Edward?... levante la mirada al espejo y me di cuenta que mi mano estaba en mi pelo, acto involuntario de confusión…   Piensa Cullen, ¿te puedes dar la licencia de sentir algo más que deseo por Isabella Swan? La respuesta es clara y lo he sabido todo el tiempo, los sentimientos son una mierda, te debilitan, te hacen vulnerables… sólo mírala a ella, devastada por un matrimonio de mierda… por los sentimientos encontrados que tiene…


Ya había encontrado la respuesta, y es tan simple como quédate con lo que elegiste con la cabeza… Leah es tu mejor elección, ella acepta lo que le das y está dispuesta a darte lo que quieres… ¿un hijo? ¿Qué vas a hacer cuando lo tengas?  Salí del baño rumbo a mi estudio… necesito un whisky doble.
Sentado en el sillón con el segundo vaso en la mano y todas las cartas sobre la mesa, las respuestas a las preguntas de mi conciencia.


Un hijo porque de verdad deseo ser padre, simple… pero efectivo, sinceramente lo pensé cuando vi a Bella con Emma, pensé en ella cuando le dije a Leah que me diera un hijo… ¿podría hacer que se acerque más a mí por mi hijo? Por supuesto, las mujeres cambian en el embarazo y es normal que  un hombre necesite una “amiga” que le ayude a entender y comprender a su mujer…


Ahora esta nueva careta de hombre contenedor, comprensivo y  “dulce” como dijo… me conviene porque me acerca mucho más a ella. Paso a paso cada momento que pasemos juntos con el estatus de amigos y  las líneas se harán más difusas si existe alguna especie de dependencia sentimental.
Lo que si debe ser seguro, no involucrarme sentimentalmente con Isabella,  desearla todo lo que quiera… enamorarme de ella, nunca.



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¿Han escuchado la frase “Nunca digas nunca”?

¡¡¡Quiero saber que les ha parecido!!!

En este capítulo hay varias respuestas a sus inquietudes, así que espero sus comentarios...

Cariños

Axavenus







11 comentarios:

Axavenus dijo...

Encontraron respuestas???

Espero sus comentarios, dudas y reclamos....

Cariños

Axavenus

Griselda dijo...

En fin hombres como puede ser tan terco??
Esta jugando con fuego y creo que se va a quemar.
Que gacho por leah le estan haciendo lo mismo jajajaja por mala.
Que tierno es Edward cuando esta con Bella pero da terror todo lo que piensa cuando esta solo se me hace muy frio y calculador.
Ojala y no tenga un hijo con leah mejor que sea con Bella jajajaja pero tal vez lo haga cambiar.
Buen capitulo, muero por saber que es lo que sigue.
Saludos.

nathymuñoz dijo...

hola amiga...

Tengo que hacerte una confesión, últimamente me he dado cuenta que me estoy convirtiendo en una masoquista y ahora me gustan los hombres dominantes, con carácter fuerte... Por eso tú historia me tiene enganchada...
Me gusto mucho este capítulo porq edward se está ando cuenta que no sólo siente deseo por bella... Y ese proceso de descubrir que siente en realidad será doloroso y muy interesante...
Te mando muchos besos...

Rina dijo...

Ufff esta semana se me hizo eterna.. es increíble Edward esta perdidamente enamorado de Bella, esta ciego o mas bien se niega a ver la realidad típico de hombres, jajaja como siempre me encanta tu historia.
Continua así que me fascina Cariños...

iaras dijo...

uufff que capitulo me gusto mucho..!!!

Ariel Fernanda Andino Castro dijo...

Waaa... no Quiero qe tenga un hijo con la estupida de leaah..! Siento que si eso pasa no va a poder estar con Bella..! y Es tan claro qe edward se esta enamorando de bella! porqe es tan dificil para los hombres aceptar su amor por una muje ..! :/ pero bueno qe le vamos a hacer... Btw Amo Tu Historia! :D

Paola Isabel dijo...

Ufff Edward que bobo eres... A ver este hombre si que le funciona la cabeza de forma retorcida, jajaja... en fin me gusta cuando esta con Bella xq se vuelve tierno, todo un cachorrito, rogando por atención.
Quedo ansiosa por el próximo capi, sera que Leah si sale embarazada de Edward??? yo no quiero; pero tu eres la dueña de la historia, que por cierto, esta muy buena, cada vez me atrae más.
Nos leemos.

Unknown dijo...

Al fin!!

Antes que todo, que me da risa cuando Alice le dice "Creo... que te felicito" con eso se lo dijo "todo".

Igual encuentro injusto de parte de Edward que les pida aceptar a Leah en la familia, cuando él sabe que ella es una perra, es como burlarse de sus hermanos, de sus padres... como decirle a Esme ¿Me querías emparejado? TOMA. ¡Qué feo, muy feo!

¡Uy sí, tan noble! grrr (Se nota que este Edward me desagrada, jajaja)

Bien, siempre me he preguntado por que si Edward sabe que necesita una pareja y un hijo, entonces, ¿No sería Bella su mejor opción? ¿Por qué elige seguir con Leah? si aún puede cambiar de opinión.

Aquí obtuve mi respuesta, quizás no es que lo entienda, aún siento que algo le tiene que haber pasado para que sea tan hermético con sus sentimientos, pero definitivamente, le aterra tenerlos.

Cuando se da cuenta lo fácil que sería enamorarse de Bella, Leah se convierte en su armadura, graci as al hijo que ella le dará, podría tener a Bella cerca, causando su lástima, sí, porque esa es una carta que su orgullo le permite jugar... dios, si hasta le pidió por favor!!

Pero el permanecer junto a la perra, perdón, Leah, le asegura mantenerse dentro de los márgenes, seguro y en control.

Este hombre es atroz, aunque quizás, quizás un poco podría llegara a entenderlo... a todos nos da miedo entregarnos a otra persona de manera incondicional y él, por su trabajo y su trayectoria profesional, necesita mantenerse siempre frío y firme, los sentimientos lo convierten en un hombre débil y eso sería muy perjudicial para lograr las metas que con tanto cuidado se ha puesto en la vida, pero, por experiencia digo, que la vida es flexible, lo que un día pareció tan importante, otro día ya deja de serlo, porque hay "algo" que te toca en lo más profundo y no tiene más opción que cambiar ¿Qué logrará este cambio en Edward?

Ñaka, ñaka... que bueno va a ser leer eso, jajaja.

Muchos cariños, nos vemos en el próximo!!

Rocio.

Anónimo dijo...

Hoy encontre tu blog y este maravilloso fic!!!!Me encanto la trama y los personajes,aun este Edward en modo asno,lo unico que ruego es que le falle la reproduccion,porque convengamos que un hijo es un tema serio y sus motivos como poco son muy superficiales!!!!Esperemos que sus pescaditos se equivoquen de pecera!
Gracias por escribir esta historia y compartirla con nosotras!!!!Un saludo y hasta el proximo chap!!!!Marchu

Florencia dijo...

Hola Axavenus! Encontré tu blog ayer, y mira si me encanta tanto la historia que ya me leí TODOS los capítulos.. Me gusta esta nueva forma de ver a Edward, un hombre frío, calculador, anti-sentimientos, aunque debo admitir que no me gustan sus argumentos con respecto a Bella. Es tan ciego.. la ama, y ya no tiene vuelta atrás, se niega a aceptarlo.. pero no se puede planear lo que nace por sí solo, nunca. Bueno, esto es una pequeña opinión al respecto de tu historia, y vuelvo a repetirte que tu manera de manipular la personalidad de Edward es totalmente distinta a las que he visto antes... Mucha suerte! Y espero con ansias el prox capi.. Un beso!
Flor.

Prissy dijo...

Wow ... ya me pude poner al dia con los capitulos :D me encantan !!! este esta genial tambn !! no pude parar hasta el final !!!! pobre Leah .. pro se esta poniendo buenisimo!!!!

No te resistas!!!

No te resistas!!!

Más que Atracción