EPOV
Apoyé la espalda en el respaldo de la cama con los ojos cerrados, mientras Leah me acariciaba suavemente el pecho, trazando líneas sin sentido, nuestras respiraciones se habían acompasado lentamente después de una extenuante sesión de sexo.
-Leah - le dije suavemente abriendo los ojos para ver su brillante pelo negro.
-Mmmh… dime… ¿Quieres que me vaya? - Trato de levantarse, la tome de la cintura impidiendo que se levantara. Ella se tensó por un segundo y me miro.
-No, quédate conmigo esta noche. - Ella abrió los ojos sorprendida pero no dijo nada. Se acomodó en mi pecho – ¿Tienes algún compromiso mañana? – Le pregunte abiertamente para ver su reacción.
-Sí, tengo un desayuno con los asesores publicitarios y un almuerzo con mis padres.
-De acuerdo – le dije- acariciando su espalda. - ¿quieres acompañarme la próxima semana a la cena de la corporación? - Ella se levantó bruscamente y me miró completamente impresionada, me sorprendí por la forma en que reacciono – Si tú quieres obviamente
-Claro que quiero Edward - bajo la mirada y se acomodó nuevamente en mi pecho, suspiro suavemente mientras acariciaba su espalda.
-¿Por qué quieres que te acompañe Edward?, disculpa que te pregunte, pero siempre has asistido solo.
-Leah, puedo hacer lo que se me antoje y en este momento quiero que seas tú la que me acompañe durante la cena.
-¿Nos sentaremos con tu familia?
-Sí, te los presentare. – Ella volvió a tensarse por unos minutos y sentí su respiración irregular.
-¿Estás bien? - le pregunte comenzando a molestarme sus reacciones, respire profundo y me recordé que esto es lo que mi familia quiere, más aun lo que mi madre quiere.
-Sí Edward estoy bien, sólo cansada, ahogo un bostezo y se acomodó más en mi pecho, acaricie su espalda hasta que sentí su respiración acompasarse, también me acomode y sonreí antes de dejarme llevar por el sueño.
El resto de la semana me dedique al trabajo en la oficina, reuniones y almuerzos con abogados y clientes. Ya era viernes y no había visto a Leah desde el miércoles por lo que le pedí a mi secretaria que le enviara rosas y reservara en el restaurant más elegante y lujoso de la ciudad para esta noche.
-¿Desea incluir un mensaje para el arreglo Sr. Cullen?
-No es necesario Ángela, solo que estén a mi nombre. Ademas necesito una reserva para Royal Atlantic, no importa lo que cueste. Puedes retirarte, Gracias.
-Con su permiso
Me volví a mi laptop para revisar los correos electrónicos del informe contable de la firma, después de una hora de análisis de balances y tentativas de riesgos en las proyecciones de este año, sentí la vibración de mi BlackBerry.
-Leah, ¿te gustaron las rosas?
-Edward, las rosas son preciosas, me encantan. Muchas gracias por el detalle.
-Me alegro que te gustaran. Tengo una reserva para el Royal Atlantic esta tarde, me gustaría compartir la cena junto a ti.
-Fantástico Edward, ¿me pasas a buscar a mi departamento?
-A las 8 estaré ahí, nos vemos
-Nos vemos Edward, y nuevamente gracias por las flores.
Me levante hacia el mini bar de mi oficina para servirme un vaso de Whisky. Esta noche hablare con Leah, le planteare mi propuesta, la cual es muy difícil de rechazar, demasiado tentadora además de beneficiosa para ella. Abrí el cajón de mi escritorio para sacar la caja aterciopelada de Tifanny´s que contenía una delicada gargantilla con un colgante de zafiro en su interior, joya que mi secretaría eligió.
Leah es esa clase de mujer que le encantan las joyas, los regalos, tarjetas de crédito ilimitadas y por sobre todo las que sienten que tienen el mundo a sus pies… Es hermosa, es verdad, exótica y demasiado buena en la cama… Un beneficio extra – Sonreí porque es ideal para lo que quiero. Su familia no es acomodada, más bien de clase media, ella es la que económicamente tiene mejor ingresos y esa es un arma demasiado útil para mí.
…
Llegamos al restaurant y el maître nos esperaba para indicarnos nuestra mesa en el área privada del lujoso restaurant. Acomode a Leah en su asiento y me posicione frente a ella en la mesa, en esta posición podía apreciarla en todo su esplendor, es una mujer de belleza exótica, su piel es tersa y el color rojizo es precioso, sus facciones delicadas contextura delgada, largas piernas, turgentes labios.
Ella sonrío complacida mientras la analizaba, siempre segura de sí misma, de su hermosura, tome una de sus manos las mire detenidamente eran delgadas y de dedos largos, sus uñas perfectamente arregladas.
-Edward, este lugar es maravilloso – dijo mirándome con sus hermosos ojos grises.
-En este lugar la maravillosa eres tú Leah, te ves espectacular. – acaricie su mano, mientras el mozo se acercaba a nosotros.
-Buenas Noches, mi nombre es Ian, los atenderé durante la velada. Esta es la carta - Extendió entregándonos los elegantes menús de cuero – Sr. Cullen esta es la selección de la etiqueta que nos solicitó, la reserva es de 1986. – Descorcho la botella y sirvió las copas marchándose posteriormente.
Levante la copa y disfrute del aroma del Merlot. Mire a Leah por unos minutos, sus ojos se conectaron con los míos intrigada mientras degustaba el vino.
Pedimos nuestros platos y la cena transcurrió amenamente. Decidí que este era el momento de plantear a Leah mi propuesta y los alcances de esta.
-Leah, te he pedido que me acompañes esta noche con un propósito. – Ella sonrió suficiente como si esto lo esperara.
-Dime Edward – Levanto su ceja izquierda mientras apoyaba su copa en la mesa - puedes entender que no me sorprende que exista un propósito de tras de estas atenciones que estas teniendo conmigo, cabe mencionar que nunca las tienes con nadie. Me siento realmente alagada por lo demás.
-Así es querida, nunca me tomo las molestias por que no me interesa tomármelas, pero he decidido que quizás si es el momento – la mire fijamente para evaluar su reacción y tal como esperaba ella parpadeo rápidamente y se llevó una mano al pecho. – Quiero hacerte una propuesta, tu sabes que siempre he sido sincero y nunca te he mentido, hasta el momento nuestra relación, si podemos llamarla así, ha sido basada en la satisfacción mutua – Leah me miraba atentamente sin pestañear – Pero en este momento he logrado entender que dentro de la perfección de mi vida hasta ahora, es necesario establecer formas que la sociedad pide, noviazgos, matrimonios, hijos, etc.
-Edward, no te entiendo del todo… siempre has sido reacio a las relaciones, eres conocido por ser el soltero empedernido, ¿Qué te ha hecho cambiar?
-Querida, no es necesario saber el hecho del cambio, sino más bien la solución que he encontrado a este escenario que se me presenta. En este momento he decido ceder a esta presión y con ello a minimizar cada una de las probabilidades de errores. Lo que te quiero plantear querida Leah, es que seas mi novia y futura esposa, pero como un acuerdo para ambos, no necesariamente como un torbellino de sentimientos y banalidades que no comparto. En una especie de acuerdo o contrato.
Mire a Leah quien frunciendo el ceño trataba de entender lo que le proponía. Cerro los ojos un momento y cuando los abrió me miro incrédula.
-Edward, ¿quieres que sea tu novia ficticia?, y más que eso ¿tu esposa ficticia? ¿Por conveniencia para ambos?...
-Así es. Yo necesito una novia, esposa y tú te ajustas a lo que deseo. Tu personalidad y carácter está dentro de los cánones de una mujer de familia. Fuiste criada por una familia dedicada y de esfuerzo… como la mía, lo cual significaría que mis hijos tendrían la misma formación. Sin contar con la parte genética, tus rasgos son hermosos y eres una mujer inteligente, veámoslo de esta forma, mejoramos la raza.
-¿Hijos?, Edward estás seguro de que esta es la forma como quieres hacer una familia, de esta forma tan calculada…
-Leah, no es tan difícil de aceptar – La interrumpí – Tendrás beneficios entre los cuales serán ser la esposa de Edward Cullen, lo cual te abrirá las puertas a la sociedad clasista de Nueva York… En parte el nivel económico que implica, te cederé propiedades o lo que desees materialmente, podrás ayudar a tu familia y hermanos en su educación y lo que requieras. Sé que a pesar que tú eres exitosa en lo que haces, tu familia no tiene suficientes recursos.
-Puedo entender esa parte Edward pero en qué términos, tú no deseas sentimientos y dependencia de amorosa para formar una familia. ¿Cómo quieres tener hijos de esta manera?... ¿no te conviene quizás un vientre de alquiler o la adopción?
-Leah… No es así como quiero lograr esto… quiero una familia comprendes… y en cuanto a la forma de que vengan los hijos no hay mucha diferencia en lo que hacemos cuando nos reunimos sexualmente… espero no tenga que explicarte que la variante radica en la nula protección lo que me permitirá embarazarte. Eres una mujer inteligente, sabes que esto es la mejor oportunidad que has tenido en tu vida. Tendrás la boda que siempre has soñado o más. ¿Aceptas primeramente a ser mi novia?
-¿Y qué hay de ti, de tus sentimientos? ¿Serás fiel Edward? Esa es la base de un noviazgo y un matrimonio - dijo atropelladamente
-Leah, es la base de un matrimonio que cree en el amor y esas cursilerías no en un acuerdo. ¿Puedes entender la diferencia? Que yo sepa nunca te has quejado de nuestra relación, es ponerle etiqueta Leah, y que puedas sacarle el provecho a ser parte de la familia Cullen.
-¿Pero yo también tendré ese mismo privilegio?, es decir ¿podre tener relaciones paralelas?
-No, quiero que mi sangre corra por las venas de mis hijos. Además si eres tan buena como hasta ahora en la cama quizás no necesite a nadie más. No pienses tanto Leah, sabes que es la mejor oportunidad que tienes, es una oportunidad para ti y tu familia inclusive.
Me levente de mi silla y estire mi mano hacia ella quien me miro dudando por un minuto y la tomo. Me dirigí hacia la pista de baile, en el centro del restaurant. La suave música nos envolvió y bailamos plácidamente, su cabeza estaba apoyada en mi pecho mientras con mi mano en su cintura tocaba levemente su espalda. Después de varias piezas lentas y elegantes la lleve a la mesa nuevamente.
Saque la caja con el colgante y se lo ofrecí deslizándolo por sobre la mesa.
-Este es un regalo para ti. Me gustaría que lo puedas usar para la cena de la próxima semana. – Ella me miro por un momento y tomo la caja aterciopelada y lo abrió.
-Es precioso Edward, gracias. Lo usare te lo aseguro.
-Si deseas también, puedes ir a comprar lo que necesites para la cena, obviamente sin restricciones y lo cargas a mi cuenta. Me dices que tienda y yo hago los arreglos.
-Gracias Edward, lo hare no te preocupes. - Tomé sus manos sobre la mesa y bese suavemente sus nudillos.
-Gracias por esta velada, tu presencia la hace inolvidable.
-Edward – dudo - ¿Estás seguro de todo lo que me dijiste?
-Completamente seguro Leah. Es hora de irnos.
-Si claro – se puso de pie, tome su mano izquierda y la acerque a mí, bese suavemente sus labios y salimos del restaurant donde nos esperaba mi chofer.
El trayecto a mi departamento fue en silencio, Leah miraba por la ventana. Yo sabía que ella estaba sopesando las probabilidades de mí propuesta. Me hubiera gustado que ella accediera inmediatamente, pero necesitaba tiempo para procesar. Si mañana no tenía una respuesta desistiría de ella, no tengo tiempo que perder para buscar el perfil necesario.
Al entrar al departamento, camine con ella hasta mi dormitorio, Leah se giró y me beso demandante, mis manos bajaron por su espalda hasta llegar al cierre de su vestido. Cuando estuvo desabrochado baje los tirantes de sus hombros mientras la seguía besando.
El vestido cayó hasta sus pies tome su cintura y la alcé para dejarla suavemente en la cama. Me desvestí mientras la miraba, su piel rojiza soltaba leves destellos en cada movimiento que hacía.
Me acerque a ella para seguir besándola, me di el tiempo de reconocerla como nunca antes había hecho con ninguna, incluso con ella. Pero era un experto manipulador… yo quería que fuera ella y lo lograría, tome un preservativo de la mesa de noche me lo coloque, la levante de la cama y la apoye en la pared, tome sus largas piernas y las enrolle en mis caderas y adentrándome en ella lentamente, mirando como disfrutaba de mis movimientos… rápidos hasta que comenzaba a sentir en sus jadeos y las leves contracciones de su carne que estaba cerca por llegar a su orgasmo, salí bruscamente, ella, me miro frustrada mientras leves temblores sacudían su cuerpo. La coloque encima mio para volver a penetrarla, con movimientos frenéticos la embestía… succione, lamí y mordí sus pezones mientras ella rodaba los ojos hacia atrás, apoyo sus manos en mi pecho y su pelo tocaba mis piernas mientras entraba profundamente. – E…Ed…¡Edwarddd! - Me acerque a su cuello lamí hasta que llegue a su oreja mordisque – Esto es lo que puedes tener y mucho más, Leah. ¿Quieres más? Si quieres más sólo pídemelo – baje mi mano a su clítoris con rítmicos movimientos la vi retorcerse de placer. – Sí Edward, esto quiero, quiero más… más... - Aumente la presión y mis investidas la sentí estremecerse con placer por su orgasmo continué frenéticamente… La tome y la puse de rodillas, mientras ella dócilmente se entregaba, sentí su calor envolverme por completo, profundo, - ¿quieres más? – Mi movimiento rítmico hacían que su espalda se arqueara sobre mi pecho… - Dime Leah ¿te gusta?.... ¿puedes resistirte? – mis manos tomaron sus senos, jugando con sus duros pezones. - ¡SI!... Lo... qui…quiero... todo… - su voz entrecortada llena de placer – La volví a poner a merced de mis investidas sintiendo con fuerza como se cerraba en torno a mi miembro en un nuevo y mucho más fuerte orgasmo, logrando que yo llegara al clímax minutos después.
Salí lentamente de ella, me levante hacía el baño para botar el preservativo, me puse unos bóxer y volví a la cama. Leah estaba cubierta con la sábana, mirándome.
-Acepto Edward - dijo suavemente - acepto tu propuesta, seré tu novia y tu futura esposa. Pero tengo unas condiciones.
-Dime cual es Leah - levante las sabanas para acostarme a su lado.
-Quiero que nos casemos dentro de seis meses, no quiero una boda apresurada por si tú y yo nos arrepentimos de esto… quiero tener la oportunidad de dimitir del trato antes de la boda, si considero que es demasiado para mí. ¿estás de acuerdo?
-Estoy de acuerdo Leah. Sólo te pido que la boda la puedan organizar mi madre y mi hermana. – Ella rió…
-Como quieras, o como quieran tu madre y hermana
Acaricié su espalda y la acomode en mi pecho, sonreí porque siempre logro lo que me propongo.
Con esto mi familia se calmará, mí madre estará feliz y me dejaran vivir tranquilo... si ellos tienen sus relaciones perfectas, yo tendré la mía.
Será mil veces mejor que la cursilería de Black.
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Espero sus comentarios...
cariños
Axavenus
Será mil veces mejor que la cursilería de Black.
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Axavenus
3 comentarios:
¡Qué manera de manejar a la pobre mujer! jajaja.
Aunque mi instinto me dice que por ahi lo están manejando más a él también, como si hubiese necesitado convencerla... o sea... a esta Leah le brillaron sus ojitos con un signo peso.¿Fiel? esa mujer ya esta pensando en cuantos hombres va a tener mientras edward paga los hoteles, jejeje.
Pero insisto en que esta buscando casarse por los motivos equivocados.
Voy al otro!!!!
Besos,
Rocío.
Haaaa lo odio pero lo amo!!!!
a Edward hee) En fin maldito dinero lo que puede hacer, jaula de oro
WOW! que buen capitulo ;) Me gusto! en serio. La propuesta, la forma en la que la realizó, pero sobre todo me gusto a Leah diciendo "yo tendré el mismo privilegio, parejas paralelas?" Es GE NI AL! siempre hay que cerciorarse sobre todas las dimensiones de un pacto antes de cerrarlo!
Despues ¿Como se dice? Lemmon? Estuvo bueno! Este Edward! jaja!
Ahora bien, algo que que me llamó la atención fue que el compara su relación "perfecta" con la de Bella...
Será que esa también es una relación "fabricada" n sé porque me suena que sí!
Esperemos!
Beso,
Pabli
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