Capítulo 1 - El Perfecto Yo

EL PRECIO DE MI OBSESIÓN

EPOV

Las copas de los árboles se mesen suavemente, acariciados por el viento destacando los colores tornasolados del Central Park al caer el sol,  la vista definitivamente calman mi estrés, mis ansiedades.  Hay momentos, como este, que los consejos de mi madre toman peso, el brindarme la libertad de compartir mi vida y no solo mi cama. No es que no tenga la oportunidad, sólo no creo en la cursilería de las relaciones y la pérdida de tiempo que esto  conlleva. Si prescindir de las formalidades es el precio que debo pagar para ser quien soy estoy dispuesto a pagarlo…  

Estoy orgulloso de lo que soy. Siempre fui el mejor en todo lo importante, me dedique a triunfar en la universidad de Oxford en Inglaterra… gane todos los galardones y mi mayor logro es ser el presidente de mi propia compañía, todo lo que he logrado ha sido por mi esfuerzo y dedicación.

-Sr. Cullen,  Los  inversionistas y nuevos abogados lo espera en la sala de juntas en 5 minutos. – parado desde el ventanal le respondí a mí secretaria  – Gracias Ángela, voy enseguida, podrías enviarme un café a la sala.

-Por supuesto Sr. Cullen

Entro en la sala de conferencias  donde me esperan los inversionistas. Sonrió por qué este es mi mundo, donde soy el mejor como siempre me he propuesto.  Tengo 30 años y he logrado lo que me he propuesto cosa que a muchos le llevo mucho más tiempo. No soy un conformista, no puedo entender como mi padre que es un abogado de renombre nunca tuvo el más mínimo interés de formar su propia empresa,  simplemente se limitó a ser bueno, no el mejor. No es que le critique su forma de ser o su solidaridad cada vez que le ayudaba a personas sin recursos, pero ese es él y yo no comparto su visión.

-Buenas Tardes – entre a la sala de juntas y me dirigí  a la cabecera de la gran y pulida mesa del directorio, tomé mi café expresso  y me dirigí al ventanal, sin mirar a ninguno de los que estaban en la sala  – Bueno, ¿Cuáles son las novedades? – me doy vuelta para verlos  catorce personas, catorce profesionales, los mejores  mirándome. Veo a Jasper sonreír con suficiencia.

-Edward, las novedades son estos tres nuevos integrantes de nuestra firma. – haciendo una señal con su mano indica a 2 hombres y una mujer, los nuevos pienso… los graduados de Yale, y Harvard… en fin.

-La Srta.  Irina Denalí, el Sr. Jacob Black y el Sr. Michael Newton, les presento al Sr. Edward Cullen, Director de la firma  C&M International Corporation, la cual a partir del lunes ustedes serán parte. – Volviendo su mirada a mí, Jasper me cedió la bienvenida-

-Señores y Señorita, esperamos lo mejor de ustedes. Como bien saben han sido evaluados, y calificados para pertenecer a nuestra compañía, esperamos no desaprovechen la oportunidad y el respaldo de pertenecer a una de las mejores firmas de abogados del mundo. No aceptamos mediocres, ni conformistas, esta firma se forjo con trabajo lo cual significa éxito, ser los mejores.   – Pase mi mirada por los tres nuevos, deteniéndome un minuto en cada uno, observando y midiendo las capacidades de enfrentamiento.  – Tengo un don  – Les dije mirándolos fijamente – puedo distinguir quien sirve realmente para este trabajo con solo ver sus reacciones. Permítanme  decirles que a pesar de salir de honores de las mejores universidades, no basta para lograr el éxito, es necesario mucho más que eso, espero lo descubran y recalco no hay segundas oportunidades.  – Vi  como Newton se removió incómodo y como Delani bajo la vista por unos segundos. Black me miro sin un asomo de conmoción, por lo que sonreí satisfecho.

-Los esperamos a partir del lunes para incorporarse al Staff, se les entregaran sus credenciales al salir de esta reunión.  – Dijo Jasper-  Hemos terminado por hoy.

Me levante y volví al ventanal, mirando  detenidamente a Denalí, fijándome en sus ver sus largas piernas al salir de la sala… suaves curvas y carnosos labios…  se volvió al sentir que la miraba y al encontrarse con mis ojos,  abrió levemente su boca y salió de la sala. Definitivamente ella necesitara una entrevista personal con Edward Cullen.

Jasper se levantó y se dirigió a mí con su típica expresión de “no te metas en esas faldas”

-Edward, sabes que mañana esta de cumpleaños Emmet y Alice me pidió que te recordara que la cena es a las 8, en casa de Carlisle y Esme.

-Gracias, estaré ahí no puedo perderme el cumpleaños de mi hermano, además de que tú encantadora esposa, sería capaz de estrangularme.

-Eso no lo dudo, ¿vienes solo?

-Pareces una vieja cotilla Jasper. Sabes que siempre voy solo.

-Te pregunto ya que últimamente se te ha visto muy acompañado de Jane Volturi, y Alice pensó que la invitarías a conocer a la familia. – Soltó una carcajada que termine por imitar

-Sabes que nunca involucro mis revolcones con la familia, es solo placer nada más.

-¿Cuándo sentaras cabeza Edward? – Me miro de lado analizándome…  Por mucho que sea mi mejor amigo y esposo de mi hermana me irrita cada vez que hace eso.

-Jasper,  sabes que no me interesa, mis objetivos son otros – Dije apretando los dientes – Y las mujeres que pasan por mi cama son terapia para el estrés.

-Querido amigo, va a llegar el día que una mujer ponga tu mundo de cabeza, e implores sus atenciones y sabes que va a pasar, caerás de rodillas por ella. – Ahora fue mi turno de soltar una risotada.

-Eres ridículo Jasper, ese día nunca lo verán tus ojos.

Me serví un vaso de Whisky y lo trague de un sorbo mientras unas pequeñas manos enrollaban mi cintura, y comenzaban a trabajar en mi cinturón.  Tome la pequeña mano con fuerza y me gire para ver a Jane,  toque suavemente su rubio y largo pelo entre mis dedos y presione cerca de su nuca para besarla con fuerza, salvajemente. Soltó un jadeo y la apreté contra mí, tome su cintura y baje a sus nalgas las que apreté, volvió a soltar un gemido. Sentí su impulso por subirse a mis caderas y en ese momento la solté.  
La aleje de mí y camine por la sala de mi penthouse  y me senté en el sillón sin decirle nada, solo la mire.

Ella camino sensualmente hasta quedar frente a mí y comenzó a desabrochar uno a uno cada botón de la blusa de seda gris. Paso suavemente sus manos por sus pechos y echo la cabeza hacia atrás.

-¿Esto es lo que quieres? – y siguió moviéndose provocativamente frente a mí, tomando el cierre de su falda, girando para comenzar a bajarla por sus nalgas. - ¿Te gusta lo que ves? – Decía mientras seguía moviendo sus caderas y  su ajustada falda caía a sus pies.

La mire silenciosamente mientras pasaba sus manos por sus muslos y tocaba su ropa interior de encaje. Cuando volteo para desabrochar su sostén. Me puse de pie y camine hacia ella.

-¿Quieres hacerlo tú? – preguntó mirándome con sus azules ojos llenos de deseo, colmados de entrega.  Pase mis yemas por su clavícula lentamente  hasta llegar al cuello, tome su mentón y me acerque suavemente como si quisiera besarla, ella cerro anticipadamente sus ojos y abrió su boca para recibir un beso que nunca tuve la intensión de darle.

-Vístete Jane – Le dije fríamente y me senté en el brazo del sillón. Ella demoro en reaccionar a lo que le había dicho. Me miro con confusión y se acercó a donde yo estaba.

-¿Qué me has dicho? -  un leve quiebre note en su voz - 

-Lo que has escuchado, ¡vístete! Recoge tu ropa y póntela. No es algo difícil de entender Jane.

-¿p..porqué… tú me llamaste para que viniera a tu casa?... – Tartamudeo  y fue por su blusa y falda

-Te llame Jane, pero nunca te dije para qué. Tú asumiste.

-Eres un imbécil Cullen, ¿para qué más me querías si cada vez que estamos juntos es para meternos en la cama?  ¿Qué esperabas que asumiera?  - La mire mientras subía el cierre de su falda y se ponía sus altos tacones.

-¿Eso es lo que tú quieres de esto, solo sexo? – Levanto su cabeza y en  vi un brillo de esperanza en sus ojos. Sonreí por sus expectativas.

-Mmm… Edward, tú eres muy interesante además de un excelente  amante. – Dudo- ¿Por qué lo preguntas? ¿Tú quieres algo más? – susurro

-Déjame explicarte Jane, tú eres modelo, necesitas fama, necesitas posición y sobre todo exposición. Pero yo no deseo eso, no deseo más fama de la que mi profesión y mi empresa me dan.  ¿Sabías de las revistas que te vinculan a mí?... ¿de que eres mi novia?... ¿Futura Señora Cullen?

-Si Edward, las he visto – Dijo bajando la mirada y tomando el asa de su bolso.

-¿Sabes lo que significa?, te lo dije la primera noche que te metí en mi cama. No quiero exposición ni sentimientos, quiero solo sexo. Nunca te mentí Jane, siempre fui sincero. No quería esto. ¿tú querías algo más, querías una relación? – Entorno los ojos y vi cómo se tornaban cristalinos -  Eso me irrito y la tome de la muñeca –

-¿Querías algo más Jane? 

-¡SI!, estas contento Edward, siempre quise algo más, siempre quise ser más que tu calienta cama… - lloriqueo – m…me.. enamore… de t..ti.

Cerré los ojos y afirme mi agarre y la lleve hasta la puerta. Ella se resistió y se soltó dándome una cachetada mirándome con dolor.  Abrí la puerta y me di vuelta.

- ¿Es necesario que te diga que te largues de mi casa, o estas esperando el cheque por tus servicios? – Le dije mientras me serví otro trago de Whisky.

-Eres un maldito Edward Cullen,  y espero ver el día que te tengas que arrastrar y morder tu propio polvo. – Dijo entre dientes y posteriormente un portazo.

Camine hasta mi hermoso piano, pase las manos por las suaves teclas de mármol y me senté en el banquillo. 

Porque se empeñan en algo más… mujeres… siempre lo arruinan… Jane es una amante gloriosa y osada, pero tenía que involucrarse. Tenía que salir en la prensa y pavonearse… ¡Dios!..  Lamentablemente me dan asco las prostitutas, por más caras y exclusivas sean.

Ahora tendré que soportar a mi familia y sus conspiraciones por que tenga novia, me case y tenga hijos.  Nunca he sentido esa necesidad, nunca lo he necesitado. Si he sentido la soledad, pero un buen revolcón aclara mis prioridades.

 Ya mañana tendré otra amante espero que esta no lo arruine.